martes, 19 de octubre de 2021

Un relato del relato

Objeto de relato (I)
Estoy enamorado del relato, no de uno en especial sino de todos. Apenas no he terminado uno cuando ya estoy en otro. En este sentido me considero infiel. Disfruto con su lectura y creo que, al escribirlos, desempolvo neuronas y exprimo mi ficción. Los relatos ayudan a construir la propia identidad, tanto de pueblos como de las personas.

    El relato alimenta y despierta mi adicción al conseguir que cuanto más lo trato más necesito de él. Hay días que inicio dos, a veces tres y casi nunca cuatro. En medio de esas horas, que caen como las hojas, descubro alguno más que leo con impaciencia, aunque opto por aquellos que no son prolongados. Este encadenamiento me recuerda al atleta que cada día recorre un poco más y un poco más difícil, a aquel lector en el que un día sin libros es una etapa hueca y sin sentido. Narrar permite plasmar tu mente en un papel o digitalizar tus pensamientos, dos posibilidades increíbles que confinan esa energía mental, a veces en desorden y con muy poco acierto, en los límites físicos de un papel o una pantalla en blanco, pero que ayuda a establecer mundos nacidos en las profundidades del cerebro, de tal manera, que no pierdes el hilo y encuentras el ovillo.  

Objeto de relato (II)
 El relato es un amigo fiel. Conoce mis paradas y mis vacilaciones. Con frecuencia me espera a que busque un final y en silencio me habla y me anima a seguir. Es un gran ayudante para reflexionar y poder ver más claro. Es paciente. Él comprende las dudas y las incertidumbres y aguarda complacido la esdrújula oportuna, las mejores palabras y la coma en su sitio. Lo breve lo disfruta tanto como lo extenso. Por momentos, sospecha que escritor y algunos escultores, de madera o de mármol, son entes antagónicos a la hora de crear: el escritor es un pegapalabras - encaja ideas en un espacio en blanco- que viaja de lo pequeño a entidades mayores como serían las frases y las páginas; el escultor en cambio, a base de golpes de martillo y cincel – o de gubia en su caso – transita de una considerable masa a otra más reducida: con sus precisos golpes desprende lo pequeño para llegar al alma que su materia encierra y su mente previó. Quizás el escritor pudiera definirse como un imaginero que esculpe con palabras.

    Se podría hacer un relato uniendo emoticonos. Las imágenes hablan y comunican mejor que las palabras, de ahí el famoso dicho. Las Meninas o el cuadro de las Lanzas convierten a Velázquez en un pintor enorme porque Velázquez narra al transformar sus pinceles en plumas que escriben con colores. Picasso y su Guernica nos introducen en el relato de una enorme tragedia sin pronunciar palabras y Klimt, con su famoso Beso, nos sumerge en un mundo de calidez y amor. Hay cuadros que inspiran a escritores y escritos novelescos que originan pinturas estableciendo así una simbiosis cómplice.

    Los relatos han existido siempre y nos acompañan desde nuestra infancia, hemos crecido juntos: más de una vez nos hemos dormido con los cuentos – leídos o contados – de nuestros padres y abuelos en los que príncipes, enanitos, brujas o fantasiosos personajes desfilaron por nuestra imaginación. Animales que hablaban, niños voladores, personas con superpoderes, viajes increíbles… En los pueblos siempre hubo historias de amores imposibles entre moras y cristianos, de casas encantadas, atrevidos bandidos, bienhechores anónimos o ruidos increíbles .... No deja de impresionarme la buena disposición de los niños para este tipo de narraciones donde la inocencia es la cómplice imprescindible.

Objeto de relato (III)

    Hoy, aunque siguen existiendo los cuentos de toda la vida y otros más actuales, los relatos han proliferado en todos los sectores y se han transformado sutiles engaños. Como todo en la vida pueden utilizarse para bien y para mal. Así, hoy cuentan “cuentos” los banqueros, los asesores de cualquier tipo (abogados, entrenadores, dietistas ….), los vendedores, gestores de empresas o de fondos de inversión, agentes de bolsa y de seguros, compañías de electricidad, políticos, periodistas, …. El relato es una herramienta muy poderosa para cualquier tipo de marketing y ahí estamos rodeados de narradores y narrativas que rozan la perversidad. El problema es grave porque resulta muy difícil separar el trigo de la paja, la manipulación de lo que no lo es. Tenemos que utilizar todos los recursos a nuestro alcance para detectar a esa muchedumbre de parlanchines sectarios e interesados que solo pretenden seducirnos con sus mentiras en beneficio propio. Según Ignacio Urquizu  "estamos en una época en la que los hechos no son más creíbles que los relatos".

    En cualquier caso el relato o sus transformaciones (historias, leyendas, narraciones, cuentos, parábolas, novelas...) constituyen crisoles gráficos de la imaginación y han ocupado, y ocuparán, un lugar destacado en nuestra vida porque el relato, escrito, leído o escuchado, como colega cómplice perfecto, es parte sustancial de la existencia.

jueves, 14 de octubre de 2021

Energía y Sociedad, ¿qué encierra esta pareja?

 Corría el año 2006 cuando se publicó esta colaboración. Han pasado quince años y nos encontramos con el soberbio problema del precio de la luz. ¿Desorientación? ¿Intereses? ¿Falta de previsión política?¿Falta de formación en los responsables?. Tengo la sensación de que hemos perdido ocasiones y demasiado tiempo. Me ha parecido oportuno recuperar estas líneas.

DIARIO CÓRDOBA

EL RINCON DE LA CIENCIA (*)

ENERGIA Y SOCIEDAD, ¿QUE ENCIERRA ESTA PAREJA?

14/06/2006 SEBASTIAN MURIEL

El divorcio entre el binomio energía y sociedad es impensable. Se trata de un matrimonio para toda la vida. La deseada es la energía. La sociedad sería el ente consumidor y transformador de ese deseo. La energía está presente en la construcción (grúas, iluminación, transportes..) de una sociedad y en su destrucción (máquinas demoledoras, bombas, terremotos). La energía está presente en el día (luz solar) y en las noches (luz eléctrica, gas). La energía es testigo de la vida (nacimientos) y de la muerte (cremaciones, silla eléctrica, respiradores). La energía es ayudante fiel en la cocina, proporciona el agua caliente de baños y duchas y puede refrescar y calentar al mismo tiempo. La energía tiene la ventaja de no ser de izquierdas ni de derechas. No es cristiana ni musulmana. Tiene pasaporte para viajar por los cinco continentes y no tiene patria ni puede adscribirse a ninguna realidad nacional. Simplemente se transfiere y se transforma. La energía es anterior a la vida.....algunos dicen que es eterna. Einstein la formaliza conectándola con la velocidad de la luz. ¡Qué cosas!. Esa energía es mucho más que una palabra, mucho más que un continente, es una medida de la vitalidad del universo o de una estrella, es la medida del desarrollo de un país, es la medida de lo que ocurre en un hogar, puede indicar el dinamismo y el empuje de una persona...

La sociedad del XXI nada en un inmenso océano energético. Ocurre que - quizás por su feminidad - la energía es capaz de desarrollar varias manifestaciones de su verdadero poder al mismo tiempo. Aparece ligada a múltiples efectos, sustancias e instalaciones: gas natural, molinos eólicos, fisión nuclear, energía hidráulica, centrales térmicas, energía mareomotriz, hidrógeno, fusión nuclear, biomasa, alcohol, petróleo, paneles solares y demás.

Hemos de acostumbrarnos a pensar que vivir contamina. Vivir muy bien contamina muchísimo, sobre todo si no se toman las medidas adecuadas. La Tierra aumenta sus habitantes y sus necesidades energéticas crecen de manera desorbitada. ¿Seremos capaces de encontrar un modelo energético acorde con un desarrollo sostenible?. La conciencia moral de la ciudadanía debería de elegir su modelo energético. ¿Aumento del efecto invernadero? ¿Contaminación del paisaje con la eólica? ¿Parón industrial y retroceso en el estado del bienestar? ¿Multiplicación de residuos nucleares? ¿Investigar con el hidrógeno? ¿Obtenciones masivas de aceite de ricino? ¿Más pantanos? España necesita planificar un modelo para poder asegurar su futuro. La dialéctica entre Ciencia y Sociedad necesita respuestas. La postura del avestruz nunca trajo resultados. ¿Para cuándo un referendum sobre el modelo energético del país?. ¿Quién se atreve? ¿Decidirán por nosotros?. Es una buena ocasión para demostrar la necesidad de la ciencia en la sociedad y de que determinados temas científicos deben formar parte de la cultura de todos los ciudadanos ¿o no?.

(*) El rincón de la Ciencia fue una sección / colaboración entre el Diario Córdoba y la Asociación de Profesorado de Córdoba por la Cultura Científica. Pudo llevarse a cabo gracias a Manuel Ruiz, periodista, y al colectivo de profesores/as de la APCCC.

miércoles, 13 de octubre de 2021

Independentismo catalanista: ¿Por qué se debilita?

               Todos los once de septiembre Cataluña celebra su día, fiesta adjetivada como “La Diada”. De acuerdo con la Guardia Urbana, en 2017 esa fecha se manifestó en Barcelona un millón de personas y 350.000 según la Delegación del Gobierno. En el horizonte estaba el 1-O, fecha del referéndum de autodeterminación, indeterminación para muchos, constitucionalmente ilegal.

               Cuatro años más tarde, 2021, tiene lugar la primera movilización desde que estalló la pandemia coronavírica y el número de participantes ha quedado lejos de las cifras prepandémicas: los organizadores calculan los asistentes en unas 400.000 personas, mientras que la Guardia Urbana cifra en 108.000 los participantes. Al fondo se vislumbra una mesa de diálogo indefinido en cuanto a su duración y contenidos.

¿Qué ha pasado?

               Casi nunca hay una única razón. Lo complejo y la multiplicidad de variables es lo normal, y más en un asunto político - social. Resumir los más que intensos cuatro años del asunto catalanista en unas pocas líneas es ejercicio imposible, pero el esfuerzo puede aproximarnos al estado de ánimo actual. Estamos seguros de que, si no lo están ya, en un próximo futuro las librerías se llenarán de relatos más extensos con mayor profundidad y con todo lujo de detalles. Lo que sigue no deja de ser un intento sencillo y por tanto limitado.

               Lo primero que paró el mamporrazo independentista, a mi entender, fue la acción del criticado Gobierno de Rajoy, en la que incluyo el discurso de Felipe VI del día tres de octubre. Ante las declaraciones unilaterales de independencia [DUI] de Puigdemont primero – aunque dio marcha atrás con rapidez – y del Parlamento catalán después el 27 de octubre, el Gobierno de España aplicó el artículo 155 de la Constitución: suspendía la autonomía de Cataluña, destituyó a todo su gobierno y convocó elecciones autonómicas para el 21 de diciembre 2017. Rajoy fue al fondo del asunto: se ajustó a la legalidad. Según la Vanguardia, “A principios de noviembre se declaró la prisión incondicional sin fianza para Oriol Junqueras y siete de los exconsejeros del cesado gobierno de la Generalidad, a los que hay que sumar “los Jordis”, encarcelados desde el 16 de octubre”. Puigdemont, huido de la justicia española, se asentó en Bélgica.

               El procedimiento judicial seguido contra los encarcelados, por cierto de manera impecable y transparente, obligó a cierto stop de los líderes genuinos y tuvieron que salir a la palestra algunos secundarios.

               Tras la moción de censura a Rajoy, Sánchez es Presidente del Gobierno en junio de 1918. En noviembre de 2019 Sánchez gana las elecciones y acuerda un gobierno de coalición con Unidas Podemos: este acuerdo y las conversaciones con los nacionalistas catalanes y vascos modificó por completo el escenario y el mensaje electoral de Sánchez respecto del asunto independentista catalán. Sánchez necesitado del apoyo de ERC y del PNV ablandó su discurso hasta límites insospechados y sustituyó las formas por masajes políticos, evitó enfrentamientos y premió la colaboración de Ezquerra y PNV con privilegios y prebendas. Los presos siguieron en la cárcel pero en junio del 2019 se trasladaron a Cataluña, comunidad que tenía la competencia de gestionar prisiones desde 1983. Lo que los medios transmitieron del tiempo de prisión daba la impresión de un sistema carcelario blandito y un exceso de visitas y contactos. Desde la cárcel, los políticos presos catalanes intervinieron directamente en las decisiones políticas que se tomaron en Cataluña y en el Paseo de San Jerónimo.

Sánchez atacó las formas y suavizó de manera espectacular las relaciones con ERC y Junts, aunque siempre se entendió mejor con Junqueras que con los de Puigdemont. Visitas a Cataluña, halagos al pragmatismo, silencios bastante cómplices y acuerdos que terminaron concretando “Cataluña para Ezquerra y el resto de España para mí”, con la salvedad de Euskadi. El resto de comunidades autónomas se las reparten entre el PSOE y el PP y, en general, no presentan mayores problemas aunque de vez en cuando saltan agravios comparativos pues los nacionalistas siempre han sacado tajada legal extra, que no justa, a los gobiernos de la nación que han necesitado su apoyo. El estar organizados como partidos regionalistas y una ley electoral muy favorable ha generado una evidente desigualdad entre Cataluña, Euzkadi, Navarra y el resto de España.

               Los indultos del Gobierno Sánchez a los líderes encarcelados y el establecimiento de una mesa de diálogo - sine  die -entre los gobiernos catalán y español, aunque a muchos españoles no les ha gustado, hay que reconocer que han enfriado algunos ánimos y han quitado fuerza a los sectores independentistas y , en particular, a la gente de Ezquerra. Con todos los presos en la calle las dificultades han disminuido, aunque queda la patata caliente de un Puigdemont sin juzgar y con una euro-orden de detención.

               Otra de las razones por la que el separatismo catalanista está de vacas flacas es la enorme división que ha provocado la disparidad de criterios entre los partidarios de Junqueras y los de Puigdemont. Siempre hubo diferencias pero, con el paso del tiempo y tocando poder, ahora son abismales: roces continuos y choques frontales de ambiciones y estrategias de los catalanistas hacen que Pedro Sánchez se frote las manos y respire algo más tranquilo. Eso no quita que cada vez que Pedro necesita algo serio, como son ahora los presupuestos del 2022, eche mano de la cartera – dinero o competencias – y sume los apoyos necesarios del mundo indepe ya que con el PP – por desgracia y falta de capacidad política de ambos – el enfrentamiento raya los límites de calamidad mísera y nacional.

               Europa también forma parte del debilitamiento nacionalista. De una manera u otra Bruxelas nunca ha visto bien la independencia de Cataluña. Ya hay bastantes problemas con los miembros actuales para venir ahora con un aumento. A mi modo de ver da cal y arena y remite a que es un problema entre españoles y que se lo den arreglado. Esa es mi impresión. Ciertamente por países, la Administración de Justicia de Bélgica, Alemania, Francia e Italia han dado palos serios al sistema judicial español, pero como super – estructuras tanto el Consejo de Europa como el Parlamento Europeo han evitado tomar parte decisiva en el asunto de la independencia de Cataluña.

               En cualquier caso, en mi opinión, el embrollo legal de Puigdemont debería de causar cierto sonrojo a los máximos responsables europeos. Creo que esta Europa es una chapuza. Poner en entredicho al Tribunal Supremo español por parte de jueces europeos de segundo o tercer nivel no favorece a nadie: bueno si, a los enredadores, a los caros bufetes de abogados y a los que se la cogen con papel de fumar. Si somos reconocidos como un Estado de Derecho, democrático y miembro de la Unión, las euro –órdenes tienen que ser más eficaces. Europa tiene que aclararse en estos temas básicos si quiere subsistir en un futuro o desaparecerá como tal Unión. No tengo datos claros pero no descarto alguna maniobra entre Gobiernos para que Puigdemont sea extraditado “cuando convenga”.

               Una última razón, a mi entender, de la disminución del movimiento catalanista es el cansancio de la ciudadanía y el descubrir que la independencia seguramente no es lo mejor que le puede ocurrir a una región por muy rica que sea. Algunos se sienten engañados. Todo eso sin contar con media Cataluña que nunca lo vio claro y se declara catalana y española con la misma intensidad. Desde luego la vía unilateral conllevaría conflictos gigantescos en los ámbitos español e internacional de muy difícil solución y la vía pactada necesita tiempo y mucho consenso y sobre todo personas preparadas conocedoras de los nudos gordianos a desenredar, además de la voluntad política de las dos partes. Tampoco es asunto menor lo que piense el resto de España y los países miembros de la Unión Europea.

               Complicado y diabólico resolver este asunto en un mundo donde la globalización condiciona y gobierna.

              Una última consideración me lleva a describir a los nacionalismos como un virus que hiberna y que cualquier cambio social, político, legislativo o económico, por nimio que pudiera parecer, lo ponga de nuevo en circulación conducido por avispados políticos que han hecho con la emoción su paradigma y sus lemas para destruir y derrotar en lugar de construir y ponerse de acuerdo.