sábado, 19 de julio de 2025

Los recientes noes de Europa a Sánchez

El fantasma del independentismo recorre toda la legislatura

          Hace años —se pueden mirar entradas anteriores— que llevo denunciando desde estas páginas ciertas actuaciones del Gobierno de España. Hay palabras y –sobre todo hechos- con los que no estoy de acuerdo. Siempre he justificado mi postura con argumentos y me he cuidado mucho de insultar a nadie. Simplemente trato de manifestar mis críticas y explicar mis desacuerdos.

          Mis críticas llevan a algunos lectores a situarme –para mí interesadamente- en un plano conservador, pero aclaro que para nada soy antisocialista, pero sí antisánchez y, desde luego, no es nada personal. Creo que hay socialismo fuera del actual presidente del gobierno y que esta persona está utilizando en beneficio personal –entre otros elementos- a su propio partido. Simplemente no estoy de acuerdo con la forma de gobernar de este hombre.

          La semana que acaba de terminar es buena prueba de ello. “Europa” parece que ha despertado de su hipnosis –trabajito le ha costado- y está empezando a reaccionar ante el tsunami de despropósitos del presidente español.

          Europa ha dicho ¡¡¡NO!!! a Sánchez en tres temas de considerable importancia. Entiendo que la UE, a través de sus diferentes canales, ha ido subiendo poco a poco el tono de su disconformidad con el actual Gobierno de España. Veamos asuntos de meses atrás:

-      Bruselas tiró de las orejas a Sánchez por no haber ajustado el peaje de las autopistas.

-      En el corazón de la UE no gustó nada que Sánchez, unilateralmente, abriera ciertas líneas de política comercial con China.

-      Fue Bruselas quien paralizó los intentos de Sánchez para cambiar las mayorías necesarias a la hora de elegir los vocales en el Consejo General del Poder Judicial.

-      También se acordó en el seno de “los 27” llamar la atención a Sánchez porque desde el ejecutivo, en un estado de derecho, no se puede criticar a la Administración de Justicia con tanta tenacidad. Y más en casos ligados a personas del entorno de la Moncloa o del PSOE.

-      Recientemente, Carlos Cuerpo, ministro de Economía, se retiró de la carrera para presidir el Eurogrupo al constatar que no alcanzaba la mayoría necesaria.

          A lo largo de la última semana, el desprestigio del Gobierno español ha caído en picado en la UE, pues han sido tres críticas nítidas a tres actuaciones concretas: ¡Tres de tres!

          El pasado martes la UE puso de manifiesto –ya había habido ciertas filtraciones- que la ley de Amnistía no responde al interés general y que se acordó dentro del marco del oportunismo político. Amnistía a cambio de la investidura de Sánchez, o lo que es lo mismo, autoamnistía. Esta declaración, y lo que se deriva de ahí, pueden suponer la voladura total de la ley de Amnistía y un descomunal descrédito al actual Tribunal Constitucional que preside Cándido Conde-Pumpido, el cual tiene fama de ser el promotor de numerosas estrategias del partido socialista.

          El segundo varapalo de la Unión Europea al gobierno de Sánchez es la apertura de un expediente a España por su grosera, y más que esperada, intromisión en la OPA del BBVA sobre el Banco de Sabadell. Todo indica que el gobierno español ha usado leyes inadecuadas para “casi imposibilitar” la citada operación.

          El tercer mazazo al gobierno ha sido el rechazo del Consejo de Asuntos Generales de la UE a que el vasco, el catalán y el gallego sean lenguas oficiales en los organismos europeos. Se sabía que no había mayoría, pero Albares, Ministro de AA.EE., y su equipo insistieron hasta el final. Con esta son ya siete veces las que Europa ha rechazado la singular propuesta. Todo parece responder a la deuda que tiene Sánchez con el prófugo Puigdemont, cuando “los puigdemones” votaron a favor de que la socialista Francina Armengol presidiera el Congreso de los Diputados. A la séptima tampoco ha ido la vencida, pues una decena de países se han opuesto a la iniciativa. Particular oposición, por contundente, ha sido la de Alemania y Luxemburgo.

          El conjunto de llamadas de atención y de noes “europeos” no me llenan ni de orgullo ni de satisfacción, únicamente confirman mis preocupaciones y me gustaría que sirvieran de reflexión para un Gobierno que estimo desnortado. ¡Ojalá sirvieran para cambiar su rumbo!, pero lo veo difícil, casi imposible.

          La semana terminó con la imputación de Cristóbal Montoro, Ministro de Hacienda con Aznar –dejó la presidencia del gobierno en el 2004- y con Mariano Rajoy –dejó la presidencia en el 2018. Desde aquí no podemos defender a presuntos ladrones, sean de derechas o de izquierdas. Que se investigue. Dejemos que la justicia haga su trabajo y, llegado el caso, que devuelva el dinero, aparte de las penas de cárcel que pudieran corresponderle. En España se ha aceptado –a medias– la responsabilidad política y la penal, pero ningún chorizo oficialmente declarado ha devuelto lo robado. Para el gobierno de Sánchez, la imputación de Montoro ha sido aire fresco, una especie de partido empatado en corrupción, pero no debemos equivocarnos: Aznar y Rajoy hace muchos años que no están y Pedro Sánchez sigue de presidente con dos secretarios de organización bajo graves sospechas de corrupción. ¡No es lo mismo! Además, debido a viejas rencillas, con la imputación de Montoro están más contentos en el PP que en el PSOE. De todas formas, la meta está lejana: Deben de ser los propios partidos políticos los que denuncien ante el juez a sus corruptos compañeros de partido.

          Los últimos movimientos de Bolaños, Ministro de Justicia de Sánchez, siguen aumentando la intranquilidad del país en multitud de sectores. El Gobierno quiere que sean los fiscales los que hagan el trabajo que hoy realizan los jueces de instrucción y que la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) dependa en exclusiva de la Fiscalía.

          Estos cambios me traen a la memoria –inevitablemente- una entrevista de Pedro Sánchez en RNE, el 25 de septiembre del 2020. Está en los medios repetida hasta la saciedad:

Pedro Sánchez: …Es que, ¿la Fiscalía de quién depende? … ¿De quién depende?

Periodista: Sí, sí… del Gobierno.

Pedro Sánchez: ¡Pues ya está!

        ¿Se imaginan un Estado de Derecho donde el Gobierno ordene a los fiscales qué causas se investigan, cuáles no y hasta dónde? Pues eso. Lean “Cómo mueren las democracias”. Ahí podrán comprobar las “profecías civiles” que escribieron sus autores hace ya algunos años.

          Termino: Sánchez —como siempre ha hecho ante problemas— se quita de en medio y se va de viaje a Chile. Visitará también Uruguay y Paraguay. Buscará un oasis en aguas internacionales que le sean más propicias que las nacionales. Por tanto, no asistirá al pleno escoba del día 22, del que el Gobierno ha retirado –de momento- la reducción de la jornada laboral y la reforma de la justicia propuesta por Bolaños. ¡Puigdemont no apoyaría estos dos puntos y Sánchez no está para cosechar derrotas! Detesto profundamente la imagen de un presidente del Gobierno de España sometido a los “caprichos egoístas” de los chantajistas independentistas. ¡La vida! El puto amo de Oscar Puente resulta ser vasallo de un reyezuelo republicano y prófugo que maneja a distancia a siete “esclavos” que tienen siete votos. ¡Vivir para ver!


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