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El fantasma del independentismo recorre toda la legislatura |
Hace años —se pueden mirar entradas anteriores— que llevo denunciando desde estas páginas ciertas actuaciones del Gobierno de España. Hay palabras y –sobre todo hechos- con los que no estoy de acuerdo. Siempre he justificado mi postura con argumentos y me he cuidado mucho de insultar a nadie. Simplemente trato de manifestar mis críticas y explicar mis desacuerdos.
Mis críticas llevan a algunos lectores
a situarme –para mí interesadamente- en un plano conservador, pero aclaro que para
nada soy antisocialista, pero sí antisánchez y, desde luego, no es nada
personal. Creo que hay socialismo fuera del actual presidente del gobierno y
que esta persona está utilizando en beneficio personal –entre otros elementos-
a su propio partido. Simplemente no estoy de acuerdo con la forma de gobernar
de este hombre.
La semana que acaba de terminar es
buena prueba de ello. “Europa” parece que ha despertado de su hipnosis
–trabajito le ha costado- y está empezando a reaccionar ante el tsunami de
despropósitos del presidente español.
Europa ha dicho ¡¡¡NO!!! a Sánchez en
tres temas de considerable importancia. Entiendo que la UE, a través de sus
diferentes canales, ha ido subiendo poco a poco el tono de su disconformidad
con el actual Gobierno de España. Veamos asuntos de meses atrás:
- Bruselas
tiró de las orejas a Sánchez por no haber ajustado el peaje de las autopistas.
- En
el corazón de la UE no gustó nada que Sánchez, unilateralmente, abriera ciertas
líneas de política comercial con China.
- Fue
Bruselas quien paralizó los intentos de Sánchez para cambiar las mayorías
necesarias a la hora de elegir los vocales en el Consejo General del Poder
Judicial.
- También
se acordó en el seno de “los 27” llamar la atención a Sánchez porque desde el
ejecutivo, en un estado de derecho, no se puede criticar a la Administración de
Justicia con tanta tenacidad. Y más en casos ligados a personas del entorno de
la Moncloa o del PSOE.
- Recientemente,
Carlos Cuerpo, ministro de Economía, se retiró de la carrera para presidir el
Eurogrupo al constatar que no alcanzaba la mayoría necesaria.
A lo largo de la última semana, el
desprestigio del Gobierno español ha caído en picado en la UE, pues han sido
tres críticas nítidas a tres actuaciones concretas: ¡Tres de tres!
El pasado martes la UE puso de
manifiesto –ya había habido ciertas filtraciones- que la ley de Amnistía no
responde al interés general y que se acordó dentro del marco del oportunismo
político. Amnistía a cambio de la investidura de Sánchez, o lo que es lo mismo,
autoamnistía. Esta declaración, y lo que se deriva de ahí, pueden suponer la
voladura total de la ley de Amnistía y un descomunal descrédito al actual
Tribunal Constitucional que preside Cándido Conde-Pumpido, el cual tiene fama
de ser el promotor de numerosas estrategias del partido socialista.
El segundo varapalo de la Unión
Europea al gobierno de Sánchez es la apertura de un expediente a España por su grosera,
y más que esperada, intromisión en la OPA del BBVA sobre el Banco de Sabadell.
Todo indica que el gobierno español ha usado leyes inadecuadas para “casi
imposibilitar” la citada operación.
El tercer mazazo al gobierno ha sido
el rechazo del Consejo de Asuntos Generales de la UE a que el vasco, el catalán
y el gallego sean lenguas oficiales en los organismos europeos. Se sabía que no
había mayoría, pero Albares, Ministro de AA.EE., y su equipo insistieron hasta
el final. Con esta son ya siete veces las que Europa ha rechazado la singular
propuesta. Todo parece responder a la deuda que tiene Sánchez con el prófugo
Puigdemont, cuando “los puigdemones” votaron a favor de que la socialista Francina
Armengol presidiera el Congreso de los Diputados. A la séptima tampoco ha ido
la vencida, pues una decena de países se han opuesto a la iniciativa.
Particular oposición, por contundente, ha sido la de Alemania y Luxemburgo.
El conjunto de llamadas de atención y
de noes “europeos” no me llenan ni de orgullo ni de satisfacción, únicamente confirman
mis preocupaciones y me gustaría que sirvieran de reflexión para un Gobierno
que estimo desnortado. ¡Ojalá sirvieran para cambiar su rumbo!, pero lo veo
difícil, casi imposible.
La semana terminó con la imputación de
Cristóbal Montoro, Ministro de Hacienda con Aznar –dejó la presidencia del
gobierno en el 2004- y con Mariano Rajoy –dejó la presidencia en el 2018. Desde
aquí no podemos defender a presuntos ladrones, sean de derechas o de
izquierdas. Que se investigue. Dejemos que la justicia haga su trabajo y,
llegado el caso, que devuelva el dinero, aparte de las penas de cárcel que
pudieran corresponderle. En España se ha aceptado –a medias– la responsabilidad
política y la penal, pero ningún chorizo oficialmente declarado ha devuelto lo
robado. Para el gobierno de Sánchez, la imputación de Montoro ha sido aire
fresco, una especie de partido empatado en corrupción, pero no debemos
equivocarnos: Aznar y Rajoy hace muchos años que no están y Pedro Sánchez sigue
de presidente con dos secretarios de organización bajo graves sospechas de
corrupción. ¡No es lo mismo! Además, debido a viejas rencillas, con la
imputación de Montoro están más contentos en el PP que en el PSOE. De todas
formas, la meta está lejana: Deben de ser los propios partidos políticos los
que denuncien ante el juez a sus corruptos compañeros de partido.
Los últimos movimientos de Bolaños,
Ministro de Justicia de Sánchez, siguen aumentando la intranquilidad del país
en multitud de sectores. El Gobierno quiere que sean los fiscales los que hagan
el trabajo que hoy realizan los jueces de instrucción y que la UCO (Unidad
Central Operativa de la Guardia Civil) dependa en exclusiva de la Fiscalía.
Estos cambios me traen a la memoria –inevitablemente-
una entrevista de Pedro Sánchez en RNE, el 25 de septiembre del 2020. Está en
los medios repetida hasta la saciedad:
Pedro
Sánchez: …Es que, ¿la Fiscalía de quién depende? … ¿De
quién depende?
Periodista:
Sí, sí… del Gobierno.
Pedro
Sánchez: ¡Pues ya está!
¿Se imaginan un
Estado de Derecho donde el Gobierno ordene a los fiscales qué causas se
investigan, cuáles no y hasta dónde? Pues eso. Lean “Cómo mueren las democracias”. Ahí podrán comprobar las “profecías
civiles” que escribieron sus autores hace ya algunos años.
Termino: Sánchez —como siempre ha hecho
ante problemas— se quita de en medio y se va de viaje a Chile. Visitará también
Uruguay y Paraguay. Buscará un oasis en aguas internacionales que le sean más propicias
que las nacionales. Por tanto, no asistirá al pleno escoba del día 22, del que el
Gobierno ha retirado –de momento- la reducción de la jornada laboral y la
reforma de la justicia propuesta por Bolaños. ¡Puigdemont no apoyaría estos dos
puntos y Sánchez no está para cosechar derrotas! Detesto profundamente la
imagen de un presidente del Gobierno de España sometido a los “caprichos egoístas”
de los chantajistas independentistas. ¡La vida! El puto amo de Oscar Puente
resulta ser vasallo de un reyezuelo republicano y prófugo que maneja a
distancia a siete “esclavos” que tienen siete votos. ¡Vivir para ver!
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