¿Se están volviendo los medios de comunicación cada vez mas agresivos y sensacionalistas o es la realidad cotidiana la que nos agrede? ¿Somos demasiado sensibles a las noticias de cada día o pasamos de ellas como quién oye llover?.
Desde
la tragedia del vuelo del Airbus A320-211 de Germanwings el pasado 24 de marzo, reconozco que estoy
impactado. Las malas y desagradables noticias se asoman a mi pantalla bajo el
halo de la inquietud por estar informado. La estúpida muerte de 150 personas
por decisión de un copiloto- con un fuerte desequilibrio emocional- me recuerda
más a una película que a la realidad. La soledad de esa cabina – interrumpida
por los golpes del capitán contra la obstinada puerta - y la terrible
determinación de Andreas Lubitz de reducir a partículas el Airbus y su precioso
contenido, me impresionaron y generaron en mi difuminadas imágenes que nunca
sabré si son ciertas. Los dichosos golpes parecen retumbar en mi interior y me
recuerdan la presencia del invisible destino. Ver las montañas acercarse a 700
km/h tuvo que ser la más terrible de las pesadillas. Como casi siempre la
realidad ha vuelto a superar a la ficción.
La
vida continuó y a principios de abril
nos encontramos con dos espeleólogos españoles muertos en un barranco, en el término
de Tarmest, una aldea bereber dentro de la comuna rural de
Iminulauen, en la región de Uarzazate (Marruecos). Los cadáveres se encontraron
al fondo del mismo, a unos 400
metros de profundidad, con paredes muy estrechas en algunos
puntos y en los que desplazarse es y fue terriblemente difícil. Siete
especialistas españoles, entre guardia civil y policía nacional, llegaron a la
zona para auxiliar a los accidentados. Al parecer tardaron 48 horas en obtener
los permisos de las autoridades marroquíes. Las bajísimas temperaturas en esta montañosa y helada
región, más lo accidentado de la orografía, convirtieron el rescate en una
empresa de alto riesgo. Sin embargo, los siete especialistas llegados esta
tarde desde España, tras las complicadas negociaciones con Marruecos, se pusieron manos a la obra y
lograron sacar a Bolívar. Su
relato - asistió en directo a la muerte de sus dos compañeros - fue
estremecedor y tuve que apagar la radio. Si España no supo presionar o no pudo,
si Marruecos hizo todo lo necesario, si los trámites burocráticos costaron
vidas, etc, etc, pertenece a la penumbra de las respuestas.
El 6
de abril Kenia llora la muerte de sus universitarios. El ataque reivindicado por el grupo Al Shabab dejó al menos 148 muertos y
79 heridos en la Universidad de Garissa. Imágenes llegadas de Nairobi muestran
la emoción de los familiares de las víctimas tratando de identificarlas en la
morgue. Los esfuerzos del Gobierno se centraron en capturar al
cerebro del ataque, Mohamed Kuno, al que el Gobierno keniano calificó como el
líder de Al Shabab en la región somalí de Juba. Uno de los atacantes,
identificado como hijo de un responsable del gobierno del noreste del país,
había estudiado en la facultad de derecho de Nairobi y llevaba un año
desaparecido.
En Garissa la pascua se tuvo que celebrar bajo fuertes
medidas de seguridad. Joseph Alessandro, que dirige la iglesia católica Nuestra
Señora de la Consolación dijo: “Esto fue una masacre, no un incidente. Un montón de
vidas de jóvenes se perdieron sin ninguna razón. La única razón es que no eran
musulmanes”. El Papa Francisco habló de lo ocurrido durante el Vía Crucis, refiriéndose
a la situación que viven muchos cristianos, los cuales son perseguidos con crueldad por su fe.
La noche del 14 al 15 de abril se cumplió un año del secuestro de 276 chicas, jóvenes
estudiantes, que se preparaban para sus exámenes finales. Miembros de Boko Haram
entraron en el Instituto de Chibok, al noreste de Nigeria, y perpetraron la
malvada acción. Medio centenar de ellas logró escapar de sus captores días
después. El resto, algo más de 200, continúa en paradero desconocido.
Secuestradas, muertas o violadas, dominadas contra su voluntad. La esclavitud
sigue en el siglo XXI ante la impotencia ? del resto del mundo. Sus familias afligidas esperan impotentes una vuelta llena de incertidumbre. Temen no volver a verlas nunca más.
El pasado 18 de
abril en Afghanistan murieron al menos 34 personas y un centenar han
resultado heridas en un atentado suicida perpetrado este sábado cerca de la
entrada de un banco estatal en la ciudad de Jalalabad, en el este de Afganistán.
El atentado se ha producido a primera hora de la mañana, cuando decenas de
personas, incluidos funcionarios gubernamentales, se encontraban a la entrada
del Banco de Kabul, en la capital de la provincia de Nangarhar, para retirar
sus salarios. Los talibanes han negado ser los autores del ataque y el Gobierno
afgano ha culpado al Estado Islámico (EI). De ser cierto, es el primer atentado
del EI en Afganistán.
La
persistente repetición de estos hechos nos abruma y entristece, pero al mismo
tiempo – por desgracia - te acostumbras. Los oyes pero casi no te enteras. La
distancia, el tiempo y la rutina diaria se acaban imponiendo en tu realidad y
lo acabas olvidando.
La noticia de
que 700 inmigrantes desaparecen tras hundirse su barco en aguas libias – el pasado 19 de abril - te deja sin
aliento. La Guardia Costera italiana ha rescatado a 28 personas con vida. Sus
declaraciones hacen pensar que las víctimas pueden aproximarse a mil. Los ministros de Exteriores de la UE se reunieron de
urgencia en Luxemburgo el pasado lunes. Hablan de que intervenga la ONU, de
cañonear los barcos de las mafias antes de que salgan, de coordinar acciones
……los barcos cargados de personas siguen llegando…..el Mediterráneo se está
convirtiendo en una gigantesca tumba y los cementerios del Sur de Italia están
repletos de enterramientos anónimos. La tragedia es contada casi en directo por
la tripulación del carguero portugués enviado a la zona y por los
supervivientes.
Hecatombe, gran tragedia, catástrofe,
desastre, calamidad, cataclismo…..sobran palabras y faltan – como siempre –
hechos que si no solucionan, palien la gravedad del problema.
También
en este 19 de abril se publicó que
el Estado Islámico (EI) ha publicado un vídeo en el que supuestamente muestra
el asesinato de un grupo de 30 cristianos etíopes en Libia. Las imágenes
muestran a dos matanzas distintas, una en una playa y la otra en un desierto. El
vídeo, que dura unos 30 minutos, tiene el logo oficial de Daesh y está
realizado de forma muy similar al que mostraba la decapitación de 21 cristianos
egipcios en febrero.
Aquí, la muerte de un profesor en el instituto Joan
Fuster de Barcelona nos sorprende el día 20
de abril. También fueron heridas cuatro personas. Un alumno de 13 años de
2º de ESO irrumpió en el centro armado con una ballesta. El profesor fue herido
con la ballesta, aunque la muerte se la ha provocado una herida de arma blanca
en el abdomen. Avalancha de comentarios de todo tipo sobre la educación,
violencia escolar, padres, profesores, señales de duelo y brotes psicóticos
inundan los medios. La escuela, una vez mas ,es noticia por algo que en realidad no tiene nada que ver con la enseñanza. O si?.
El
milagro de la semana ocurrió el pasado día
21 de abril cuando una mujer lanzó a sus dos hijos de 18 meses y 10 años
por la ventana de su casa. Luego se lanzó ella. Por fortuna nadie murió y los
tres se encuentran hospitalizados. La pregunta del millón: ¿Cómo tiene que
estar una madre para tirar a sus hijos por la ventana y luego tirarse ella?
¿Por dónde camina su situación afectiva, económica, social, familiar,…? ¿Qué
podemos hacer la gente que rodeamos a este tipo de situaciones?.
Hoy 28 de junio de 2021 llego a la tristísima conclusión de que unas noticias se solapan con las otras y que en un breve espacio de tiempo, para alivio y ganancia de los frescos y aprovechados, todo de olvidará. La inflacción de noticias y de agencias ha colapasado el sistema para que no nos enteremos de nada......si nadie nos filtra la avalancha de noticias ya filtradas, filtremos nosotros para desenmascarar a los sinvergüenzas.
Las buenas noticias pueden no parecer noticia. Facundo Cabral, poeta argentino, escribió "Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, existen millones de caricias que construyen la vida.". Dejo una web que nació para enfocar la atención en las buenas acciones: http://yniti.org/yniti/acciones
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