Puede ser que hablar
de dinero entre una pareja resulte poco romántico o de mala educación – yo
entiendo que no lo es porque aclarar las cuestiones monetarias es fundamental
para que una pareja llegue a buen puerto – pero hablar de dinero público,
impuestos y tasas, es saludable y yo diría que imprescindible para la salud
democrática de la sociedad civil.
En
mi opinión es un tremendo engaño hablar del impuesto español de sucesiones y
donaciones porque como tal no existe. Existen versiones. Ahí están el impuesto vasco, el asturiano, el madrileño o el andaluz.....porque en cada Comunidad Autónoma se traduce en una singularidad discriminatoria respecto a las demás.
Aquello
del Artículo 14 de la ofendida[1] Constitución Española “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer
discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o
cualquier otra condición o circunstancia personal o social” es un cuento
chino. Cada día hay más desigualdad entre los territorios
y entre la ciudadanía de esos territorios[2]. El
trato que dan las Administraciones públicas al impuesto de sucesiones y donaciones
es un buen botón de muestra. Mientras que en Madrid el Gobierno Regional ha impulsado la práctica
eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones dentro del ámbito familiar
(padres, hijos, cónyuges y parejas de hecho), gracias a la bonificación del 99%
de la cuota del Impuesto, en [3]Andalucía
el tipo impositivo empieza en el 7,65% para los primeros 7.993,46 € y alcanza
un máximo del 36,50% para bases imponibles superiores a 797.555,08 Euros. Estas
cifras corresponden a la cantidad que cada uno de los beneficiarios recibirá,
no al valor total de los bienes. Como podemos apreciar las diferencias
son abismales.
Para mayor escarnio, el 3 de
septiembre de 2014, RTVE.es publicó[4]: “El Tribunal de Justicia de la UE declara
ilegal el impuesto español de sucesiones y donaciones”. Tras la sentencia,
el Presidente del Sindicato de Técnicos de Hacienda, Carlos Cruzado, ha apuntado a RTVE.es que el Ministerio “tiene que
tomar alguna determinación” para adaptar la legislación y que “lo más razonable
sería aprovechar para modificar la ley
de sucesiones y donaciones en su conjunto”. Añade que la competencia entre
Comunidades Autónomas ha llevado a” diferencias
muy altas” entre residentes de diferentes territorios y que “una nueva
regulación estatal” debería eliminar las discriminaciones como recomendó en su
día el comité de expertos en su informe sobre la Reforma Fiscal.
Resulta vergonzante que en las varias campañas
electorales del año pasado se puso de moda eso de que “vamos a tener en cuenta
las necesidades reales de la gente”. ¿Habrá necesidad mayor que la igualdad
ante la ley?. Pues nada, tanto el Gobierno Central como la mayor parte de los
Regionales hacen caso omiso al citado Artículo 14 y a la sentencia del Tribunal
de Justicia de la Unión Europea de 2014. Aquí el Gobierno Central permite que
cada autonomía haga lo que le dé la gana con el impuesto de
sucesiones y
donaciones. ¿Por qué?. El Tribunal europeo dicta la ilegalidad de las cláusulas
suelo y en menos de un mes se empieza a devolver el dinero indebidamente
cobrado por los bancos, sin embargo el mismo Tribunal declara ilegal el
impuesto de sucesiones y donaciones y nadie hace ni pastelero caso. ¿Por qué
esta desigualdad? ¿Por qué esta humillación si el dinero heredado ya ha pagado
todos los impuestos que debía?. Está claro que en muchas Autonomías la
Hacienda Pública se ha convertido en el principal heredero cogiendo una buena
tajada por mover unos papeles, vamos sin despeinarse. Eso si no se queda con
todo porque a los herederos no les merece la pena gestionar la herencia.
Un matiz importante es que la mayor
parte de las herencias en España vienen de la clase media. Personas que a lo
largo de su vida se han dedicado a trabajar y a ahorrar…..por lo que pudiera
pasar. Han gastado poco, han vivido bien pero sin despilfarrar, sin lujos, han
educado a sus hijos en la moderación del gasto y a mirar por las cosas……Si esas
personas vieran “los bocados” que la Hacienda Pública les pega a sus ahorros
seguro que se levantarían de la tumba. No quiero gobiernos populistas que me
perdonen impuestos, tampoco quiero gobiernos populistas que me saquen los ojos.
Como español quiero, exijo igualdad ante la ley. Quizás en Madrid se paga poco,
no lo sé, pero en Andalucía se paga muchísimo. De lo que ocurre con ciertos privilegios de las herencias de las
grandes fortunas no me quiero ni enterar.
Se tendrían que tomar medidas para
evitar un peregrinaje fiscal de ciudadanos hacia comunidades con menor presión
impositiva. La anécdota de una persona de 82 años – me niego a llamarla anciana
– recogiendo 100.000 firmas para acabar con las diferencias autonómicas del
impuesto de sucesiones es mucho más que una anécdota.
Y todo esto ocurre en medio de
políticos corrompidos por dinero, administraciones públicas duplicadas /
triplicadas, obras públicas innecesarias cuasifaraónicas, cursos de formación
trufados de engaños, recortes generalizados, subvenciones indebidas, puertas
giratorias entre la política y las grandes empresas……etc…..
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Algunos prefieren llevárselo |
[1] En
España se ofende a diario la Constitución de 1978 porque se incumple, se
manipula, se retuerce a gusto del incumplidor, del manipulador o del
retorcedor. ¡¡ Y no pasa nada!!.
[2] ¿Quién
se preocupa de lo común?. Para mí las Autonomías son unas hijas mal criadas por
España. Entiendo, admito y respeto las diferencias pero, en mi opinión,
teníamos que haber definido con claridad las competencias del Estado sobre todo
en Seguridad Social, Sanidad, Educación, Fiscalidad, Exteriores e
Infraestructuras. Veo al Estado a remolque de las Autonomías y eso es poner el carro delante de los bueyes. Las cesiones del Estado han generado demasiada desigualdad.
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