martes, 25 de octubre de 2016

Todos somos coherentes

          La situación de coherentes pareceres encontrados que está viviendo el PSOE y el abusivo uso de esta palabra en medios políticos han sido los motivos que me han hecho recapacitar sobre este concepto /idea/actitud. Esto es lo que ha salido.

milenio.com
     Sirva de introducción este pequeño cuento: “Salvando al alacrán: el valor de la coherencia

Un maestro ZEN que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán le picó. Por la

reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose.
El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó. Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: “Perdone, pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?”.
El maestro respondió: “La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar”. Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida. El maestro concluyó: "No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño, sólo toma precauciones. Algunos persiguen la felicidad, otros la crean. Tenlo presente siempre."
De acuerdo con la Real Academia la coherencia es una actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan. Desde esta especie de púlpito ético que da el buen significado de la palabra, sería coherente el Cid Campeador barriendo del mapa a todo moro viviente; sería coherente Hitler pues sus principios eran los la pura raza aria, el exterminio de los judíos y la guerra como medio para dominar a Europa. Franco era un tipo coherente cuando decidió dar un golpe de Estado a la República y la ETA era coherente cuando mataba a guardias civiles, periodistas, políticos y empresarios porque se oponían a sus ideales. Así mismo Teresa de Calcuta era coherente ayudando a los más necesitados, Messi es coherente metiendo el mayor número posible de goles y los americanos fueron coherentes al arrojar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Un maltratador es coherente cuando maltrata y un ecologista es coherente cuando defiende la protección del medio ambiente y critica el cambio climático o la sobreexplotación de la Tierra.
        Es evidente que la coherencia no es suficiente. Llevar a la práctica la coherencia tal cual puede ser origen de grandes beneficios y de grandes desastres. Catástrofes y beneficios van unidos a la coherencia. El verdadero asunto está en los principios. En los principios entendidos como normas o ideas fundamentales que rigen el pensamiento o la conducta. Se es coherente respecto a algo sean normas, principios o costumbres.
       Es una trampa del solitario hacer referencia solamente a tu coherencia. La coherencia se focaliza en el individuo y ante un tema concreto. El caso es que la solución de un asunto no depende sólo de tu coherencia y más si es un asunto que afecta a miles o millones de personas. Así que a los individuos coherentes hay que exigirles algo más. No se trata de que renuncies a tus principios, se trata de que pongas en juego otras variables, otras variables que están ahí y que posiblemente no quieras ver. Tu sola coherencia es un embudo que limita la visión y la solución del problema. Se trata de tener una visión más amplia, más completa; visión que te puede hacer salir de tu burbuja de seguridad. Se trata, simplemente, de que los coherentes admitan que los que están enfrente también lo son. Hablando en plan vulgar, se puede ser coherente y ser un hijo de p…o una buena persona. La coherencia a secas no es ni buena ni mala. P.e.: Un maltratador puede ser muy coherente, taurinos y antitaurinos son coherentes, los banqueros suelen ser muy coherentes con el principio de ganar dinero a toda costa y los antideshaucios también son coherentes cuando dificultan la ejecución de los mismos. El tema es que la coherencia para que sea positiva tiene que basarse en unos principios éticos, en el bien común. Tu coherencia te beneficia a ti y a los que son como tú, pero en el mundo hay muchas otras posturas coherentes (opiniones). ¿Se trata entonces de lucha entre coherencias? ¡De ninguna forma! . En realidad de lo que se trata es de la prevalencia de unos principios sobre otros y eso hace que unas coherencias sean mejores que otras o que ciertas incoherencias sean mejores que algunas coherencias. La coherencia ética lleva implícita el diálogo sano, la comunicación fluida, la escucha compartida, la hipótesis del consenso inter-coherentes,…..si no fuera así la coherencia se convertiría en dogmatismo /sectarismo y eso ya es harina de otro costal.
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La coherencia no es un arma arrojadiza. Tampoco una muralla defensiva e insalvable. La coherencia debe de responder principios ligados a la tolerancia, a la asertividad y a la integración. La coherencia hay que adornarla de otras actitudes y juntas debieran conducirnos a trabajar juntos, a unir fuerzas……a ceder.…….porque en multitud de ocasiones lo coherente es ceder ya que la coherencia no es un valor absoluto. Basándonos en la Ética y en la solidez de la Declaración Universal de los Derechos Humanos es posible una coherencia enriquecedora, que una, que trabaje por el bien común, que no avasalle….. a veces nuestra coherencia se ve rota por la realidad y tenemos que aprender a vivir con nuestras contradicciones, lo que nos hace madurar y crecer como personas.
La coherencia no existe en abstracto necesita una realidad y unos principios y es ahí donde debemos explicarnos admitiendo que la coherencia no puede ser interpretada solamente desde los egos. El “yo soy coherente” tiene necesariamente que ir seguido de que tú no vives solo: fijarse solamente en tu coherencia y no pensar que el que tienes en frente también puede ser coherente, es convertir tu coherencia – tu ego – en la única medida de la coherencia de los demás. Por eso insisto: lo importante es dar razones que expliquen tu postura y escuchar las razones de los demás. No podemos transformar nuestra coherencia en dogmas.



2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Cuando escribí la entrada sobre la coherencia (https://aneleameg.wordpress.com/2014/05/05/adecuandonos-al-siglo-xxi-coherentes-internautas/), no era un planteamiento vital sino didáctico y lingüístico. Se trataba de explicar las propiedades de un texto. Pero no solo de pan (letra) vive el hombre, así que, por supuesto, a la lengua hay que dotarla de coherencia respecto a los propios actos. Por cierto la imagen está tomada prestada de Internet. Y este artículo me parece tan claro e interesante que lo guardo por si lo puedo usar como ejemplo de argumentación en alguna clase. Gracias y un saludo, Elena

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  2. Totalmente de acuerdo. Cuando escribí la entrada sobre la coherencia (https://aneleameg.wordpress.com/2014/05/05/adecuandonos-al-siglo-xxi-coherentes-internautas/), no era un planteamiento vital sino didáctico y lingüístico. Se trataba de explicar las propiedades de un texto. Pero no solo de pan (letra) vive el hombre, así que, por supuesto, a la lengua hay que dotarla de coherencia respecto a los propios actos. Por cierto la imagen está tomada prestada de Internet. Y este artículo me parece tan claro e interesante que lo guardo por si lo puedo usar como ejemplo de argumentación en alguna clase. Gracias y un saludo, Elena

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