Protestas de Tsunami contra la sentencia del "proceso" |
Amnistía tiene la misma raíz que
amnesia. La RAE define la primera como un perdón retroactivo de cierto tipo de
delitos que extingue la responsabilidad de sus autores y la correspondiente
pena. Yendo a nuestro caso concreto, Amnistía
de los 24 (24 de julio 2023 y aplicada en el 2024): si el Estado amnistía
es que reconoce que se equivocó y por tanto pide perdón por los daños causados. Craso error en el asunto del procés. Explicaré por qué.
Resulta difícil añadir algo nuevo
a todo lo que los medios han comentado desde el pasado 24 de julio 2023, fecha
clave inmediata posterior a las elecciones generales, sobre la ley de amnistía
que el Estado Español va a conceder a los, hoy, delincuentes del proceso
catalán. Pero es tan grave todo esto que, aún a riesgo de repetición, hay que
volver a dejar constancia. La definición de la RAE lleva explícito que se
concede a “cierto tipo de delitos” o sea a personas que han delinquido. Aunque
resulte trabajo arduo, nunca estéril por muchas cortinas gubernamentales que el
Gobierno de Sánchez coloque, es solidario, y casi obligatorio moralmente,
sumarse a la inmensa mayoría de la sociedad española que clama en contra de una
amnistía que tergiversa la realidad, su sentido y su significado. El Estado no
tiene que pedir perdón por aplicar la legislación vigente. No quiero
circunscribir mi rechazo a “esta amnistía” a España. Estaría en contra de esta
medida en cualquier otro país del mundo si coincidieran las mismas
circunstancias. Es una amnistía “contra natura”.
Estoy en contra de esta amnistía
porque para nada refleja el sentir de la sociedad civil. La mayoría –se habla
del sesenta o setenta por ciento de la ciudadanía- la rechaza, incluidos sectores de la izquierda. El Gobierno, con
un detestable paraguas paternalista, nos trata como si fuéramos niños que no
sabemos lo que nos conviene y nos dice: “Tú déjate querer que yo sé lo que te
viene bien”. El Senado está en contra, medio Congreso de los Diputados también
además de Gobiernos Autónomos, Diputaciones, Ayuntamientos, asociaciones y
entidades de todo tipo …incluso hay ilustres letrados e instituciones que dicen que es ilegal ¡Esta amnistía tiene demasiada gente en contra! Pedro
Sánchez lo sabe, pero pasa con tal de consolidar su propio interés.
No estoy de acuerdo con esta
amnistía porque su texto está dictado por los mismos delincuentes que atentaron
gravemente contra el bien común, sin importarles la convivencia ni el dinero
público. Solo miraron su ombligo y sus intereses. Sánchez se ha limitado a
tomar apuntes de los deseos dictados. Los nacionalistas radicales catalanes golpearon
la Constitución con toda su mala intención. Fue un acto consciente, pleno de insolidaridad,
deslealtad y egoísmo. Aparte de su ilegalidad. De ahí su judicialización. El
texto de esta ley “ad hoc” está impuesto por aquellos que se benefician. Una
vergüenza y un despropósito. Es una autoamnistía en toda regla. Solo le falta
poner los nombres y apellidos de los que se aprovechan.
Estoy en contra de esta amnistía
porque rompe por completo el principio de igualdad entre españoles. Muchas
personas por mucho menos están en la cárcel y tienen hipotecado su patrimonio
personal. Los independentistas catalanes que protagonizaron el llamado “proceso”
son unos privilegiados y para colmo son políticos. En mi cabeza no cuadra tanta
cesión por parte de un primer ministro y su gobierno en un estado de derecho.
No estoy de acuerdo con esta
amnistía porque es un espantoso intercambio de cromos: Amnistiar a Puigdemont y
a los suyos a cambio de la investidura de Pedro Sánchez como Presidente. La
Moncloa por impunidad. Y todo esto ocurre en el ámbito de la élite política. Si
eso no es corrupción política ¿qué otra transacción podría serlo? Yo te perdono
tus contrastados delitos a cambio de que votes en el Congreso mi permanencia en
la Moncloa. Podrá ser una medida legal –doctores tiene la iglesia- pero es
terriblemente injusta e inmoral. Para más inri, no podemos olvidar que, ante el
golpe independentista, Pedro Sánchez estuvo de acuerdo en la aplicación del
artículo 155 y se ha pasado casi cinco años presumiendo de su interés por colocar
a Puigdemont delante de la justicia. Incluso habló de endurecer las penas.
Estoy en contra de esta amnistía
porque aquí no se ha negociado nada. Pedro Sánchez se ha limitado a obedecer.
Siento una terrible impotencia viendo que nuestro Presidente se arrodilla ante
el chantaje de un prófugo, animador del terrorismo callejero que está pendiente
de ser culpable de alta traición por los contactos mantenidos con Putin. Todo
es demasiado grueso.
No estoy de acuerdo con esta
amnistía porque debilita la dignidad de un Gobierno ya débil, debilita al
Estado, debilita a la Administración de Justicia y, a mi juicio, debilita el
estado de derecho y la separación de poderes. Aquí solamente ganan Puigdemont y
un Sánchez marioneta de este.
Estoy en contra de que una ley
tan importante como esta, que ha dividido al país, se tramite por el
procedimiento de urgencia, pese al aviso del Senado, letrados, Comisión de
Venecia, etc… saltándose informes, debates y filtros. Demasiadas prisas
impuestas por el de Waterloo.
No estoy de acuerdo con esta
amnistía porque la actitud de los independentistas es prepotente, avasalladora
y chulesca. Su comportamiento y declaraciones son del más puro estilo caciquil.
Su tono es humillante y causa bochorno ajeno. Además estoy convencido que esta
amnistía no ayudará ni a la convivencia ni a la normalización de Cataluña
porque los radicalismos nacionalistas son insaciables y no dejarán de pedir y
pedir y pedir. Según ellos la represora España tiene una deuda eterna e infinita con
Cataluña, impagable. Por mucho que se les dé, querrán más. Aún no fueron
amnistiados y ya está diciendo que lo volverán a hacer –declaración unilateral
de independencia- que se publiquen las balanzas fiscales[1]
para que se vea el maltrato monetario a Cataluña, que si un concierto económico
especial, expulsión del español de las aulas, etc, etc… Creerse únicos y
exclusivos es lo que tiene. Lo peor de todo es que Sánchez les hace caso
sabiendo que son de los más ricos de España y que asumen ideas de la extrema
derecha, aparte de una malísima gestión económica a lo largo de los últimos
años.
A veces pasa por mi cabeza que
Marruecos y Puigdemont están en conexión y disponen de información privilegiada
sobre Sánchez y su gobierno, ya sean documentos, cintas, los móviles del propio
Sánchez, Marlaska y Margarita o la injerencia rusa. Aparte de eso Puigdemont
tiene los siete votos que lo mantienen de Presidente y Marruecos –muy apoyado
por EE.UU. últimamente- controla la emigración ilegal, tráfico de drogas,
comercio por el estrecho, etc… y no deja de tener en su punto de mira a Ceuta y Melilla y varios islotes más. Uno y otro, Puigdemont y Marruecos pueden
hacer mucho daño a Sánchez. Ambos le han tomado la medida y ambos obligan al
Presidente a aceptar sin responder o a hacerlo muy débilmente.
Todo esto ocurre en medio de un
escandalazo que huele mal: varios Ministerios aparecen implicados en una
sospechosa trama de comisiones, caso Koldo, por la compra de mascarillas. Fue
durante el estado de alarma, en plena pandemia. Para colmo, por medio de un tal
Víctor de Aldama, presidente del Zamora CF, existen sospechosas conexiones con
ayudas que el Gobierno concedió a Air Europa y con las maletas venezolanas del
Delcygate. Un Ábalos, piedra angular de Pedro Sánchez, abandonado a su destino se ha pasado al Grupo Mixto. Por aparecer hasta aparece el nombre de Francina Armengol, tercera
autoridad del Estado, ligada a una dudosa compra de mascarillas inservibles y
la esposa del presidente del Gobierno con unos extraños contactos con
empresarios que recibieron dinero –al parecer excesivo- por parte del Gobierno
de Sánchez para reflotar sus empresas. Todo esto se investiga. Cada día salen
nuevos datos y mascarillas, Delcygate y Air Europa se extienden como una mancha
de aceite. Por cierto que me parece una burla y una tremenda falta de respeto que a Sánchez le pregunten por el caso "Koldo" y utilice los asesinatos del 11M para responder.
Ante todo esto, amnistía y
corrupción, la Administración de Justicia es la presa más codiciada en esta lucha
política sin cuartel. Al poder político le sienta muy mal la ley y una
Administración de Justicia independiente. Por ahí navegan, con mayor o menor
acierto, la Fiscalía General del Estado, el Consejo General del Poder Judicial –pendiente
de una horripilante renovación- la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo. El
mejor favor que pueden hacer Gobierno y oposición es dejar en paz a los jueces, que los
dejen trabajar, que dejen de manosear al Poder Judicial, pero me temo que eso será
difícil.
Espero que la ciudadanía, tintada
de una polarización provocada e interesada, opte por la moderación y la crítica
argumentada y exija a los políticos un comportamiento digno y respetuoso porque
la sana convivencia entre todos los españoles es, desde la Transición, nuestro
mejor tesoro. Las actuaciones políticas deplorables, tienen que ser deploradas
y desde luego no necesitamos a ningún mesías político que nos salve y nos diga
lo que tenemos que hacer.
Si la mayoría social española no
quiere la amnistía, esta no debería de producirse. La amnistía debería de haber
ido en el programa electoral del PSOE o bien someterla a referéndum. Esto de
todo para el pueblo pero sin el pueblo ya sabemos que es puro despotismo,
ilustrado, pero despotismo. Por coincidencia de fechas, que no de hechos, siempre nos quedará Portugal y Antonio Costa.
[1] Las
balanzas fiscales que la Agencia Tributaria va a dar a conocer es un dato
incompleto ya que faltará el conjunto de inversiones que el Estado realiza en
Cataluña, pero servirá a Puigdemont y a su gente para seguir pregonando su victimismo
como región poco favorecida.
Yo creo que la Amnistía va a traer muchas ventajas sociales a los españoles. Tú eres un privilegiado que tienes una buena pensión y sin problemas para llegar a fin de mes.
ResponderEliminarNo entiendo lo de la pensión. ¿Ventajas sociales? ¿Cuáles? Gracias por comentar.
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