Si quieren, pueden. |
El pleno del Congreso para la no investidura se celebró
ayer. Pedro Sánchez y Albert Rivera pusieron toda la carne en el asador pero su
suma no sumó.
¿Qué me queda a las 24 horas de esa histórica – ahora sí
– sesión de ayer por la mañana?.
De Rajoy puedo decir que fue
duro. Quizás fue más duro con Pedro Sánchez que con el PSOE. Despreció a
Ciudadanos – sin demasiada sangre – y dejó claro que con Podemos no va ni a
recoger billetes de 500. Reivindicó y reivindicó ser el partido más votado pero
confundió la hípica con la política porque es un caballo ganador que se puede
quedar sin premio. El Parlamentarismo que recoge nuestra Constitución está por
encima del más votado cuando este no llega a la mayoría absoluta. Rajoy es un
buen orador y su ironía contra los socialistas fue sublime pero los lastres de
su inmovilismo y de la corrupción, unidos a la falta de autocrítica lo
desplazaron a la tercera fila.
Pedro Sánchez, ante Rajoy lo vi crecidito, contundente
pero no demasiado. ¡Creo que a Pedro le falta chispa! Demasiado serio,
demasiado tenso, demasiado actor ?. Su tono es monótono – invita a desconectar –
y repetitivo. Ha mejorado en el último mes de forma considerable, pero parece que no lo suficiente. Muchas muletillas, muchas frases hechas, …….si yo
formara parte de su asesoría política le daría una hoja con doce – quince ideasconceptoacuerdos y que él las desarrollara con sus palabras. Con seguridad perdería precisión
pero ganaría corazón, llegaría mejor a la gente. Que Rajoy sea “tieso” lo
esperamos (tiene una edad, es de la antigua escuela, es del PP,…..) pero el
líder del PSOE no puede ser tan elegantemente artificial. La gente no lo capta
del todo y por tanto no les llega. Creo que necesita más convicción, más
seguridad.
Pablo Iglesias no asaltó el Paraíso, pero si el Congreso. Su discurso fue avasallador en el fondo y en la forma. Parecía
enfadado con todos. Por un momento pensé que se había tomado una pastilla de
furia española, pero lo descarté cuando oí la frialdad de sus afirmaciones y la
mala intención de sus pensadas acusaciones?. Vamos que el PP no tiene ni
derecho a hablar porque su padres políticos fueron franquistas, el PSOE debe de
esconderse y debe de protegerse de muchos de sus antiguos militantes y
Ciudadanos es el IBEX -36 rejuvenecido. Se enfrentó a la bancada socialista,
tuvo su rifi-rafe con el Presidente del Congreso y compartió “pico light” con
Xavier Domènech. Sus exagerados aspavientos, su tono de voz, sus palabras como
dardos y sus formas de cow – boy justiciero me decepcionaron por completo. Reconozco
que me sorprendió, porque esperaba y deseaba algo más constructivo. ¡No dejó
manga sobre hombro y entró en el Congreso como elefante en cacharrería!. Dividió
el Congreso en buenos y malos, a la sociedad nos separó en débiles y poderosos
y el arco iris sólo tiene dos colores: blanco y negro. Si esa es la nueva forma
de hacer política…..¡estamos apañados!. Volvió a confundir el diálogo con la
imposición, el Congreso con unos estudios de TV y dejó claro que ayer pasaba de
todos. ¡O conmigo o contra mí!. Sólo le faltó decir “Yo he venido aquí a hablar
de mí y de Podemos que es lo único puro y demócrata que hay en este Parlamento.
Punto”. Se me ha pasado por la cabeza que el Sr. Iglesias quizás prefiera la
revolución a la democracia, el caos frente al orden y a tener enemigos en lugar
de adversarios. Quiero suponer que no, pero no es postura que favorezca a la
mayoría caminar siempre por el filo de la navaja y despotricando a diestra y a
siniestra.¡ Las políticas de encuentros siempre serán superiores – en eficacia
y en moralidad – a las políticas de confrontaciones!, de ahí la reciente frase
de Manuela Carmena que “……sería bonito que Podemos facilitara un Gobierno del
PSOE”.
Tengo la impresión – progresando hacia la certeza – que
Pablo Iglesias se mueve muy bien en mítines, platós de TV y campañas
electorales pero tiene mucho que aprender sobre las responsabilidades de
gobierno, la gestión del mismo, las formas y el respeto en los actos públicos Sus
actuaciones son efectistas por antonomasia pero está por demostrar la puesta en
práctica y efectividad de sus medidas: los decorados son excelentes pero el
desarrollo de la obra puede ser bastante mediocre por la impericia y
engreimiento de los actores. Es evidente que no me gusta lo que se desprendió
de la actuación del Sr Iglesias ayer en el Congreso. Creo que su actuación dejó
claro que su mente está en periodo electoral y que cada mañana se desayuna con
un trocito de PSOE….!aunque lo de ayer fue un atracón ¡. Menos mal que Pedro
Sánchez le plantó cara y algo, algo le paró los pies.
Histórica foto: Pactos de la Moncloa |
Albert Rivera tuvo un discurso ágil, integrador, conciliador
y modulado por el espíritu de la Transición. No podía ser de otra manera al
situarse en un centro derecha y haber firmado sus acuerdos con el PSOE. A mi
entender consideró que Rajoy está más que amortizado y al mismo tiempo solicitó
la colaboración del PP. Sin complejos, sus palabras no fueron arrebatadoras
pero sí convincentes y con cierto sentido del humor. Se le notaron tablas y
reflejos pero no intentó evitar meter el dedo en el ojo de sus adversarios. Sus
puentes no llegaron a ninguna orilla porque alguien tiene que construir desde
la otra, pero dejó muy clara su disposición y la de su grupo para tirar de
España hacia delante. Son tiempos de leal colaboración.
Salvando las peculiaridades de cada cual creo que las estrellas
fueron Pablo y Albert por la novedad de sus presencias y las expectativas levantadas.
Pedro ocupó un segundo puesto y Mariano, siendo brillante e importante, quedó
eclipsado por los hechos de los demás.
En un parlamento tan fragmentado no hay que desdeñar la
presencia de todos los demás grupos políticos. Ser diputado en el Congreso hoy cotiza
bastante, pero las fronteras de todo tipo que los distintos grupos han
levantado entre sí dejan al país lleno de interrogantes. Es fácil: Están ahí
para resolver nuestros problemas no para enzarzarse en discusiones partidistas
con una espectacular pérdida de tiempo. ¿Lo entenderán?.
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