domingo, 3 de abril de 2016

El momento perfecto no existe

"El pensador" en La Morra (Pozoblanco)
        Con frecuencia sentimos la necesidad de hacer algo, romper el momento e intentar enriquecer nuestro interior con una iniciativa que nos motive y nos produzca cierta satisfacción. Múltiples ideas  rondan la cabeza. Van y vienen como si estuvieran agarradas por una goma elástica que se estira y se encoge. El espectro de deseos e intenciones es variado: llamar a un antiguo amigo, encargar ese viaje a Japón que llevas meses intentando, cambiar de casa o de muebles, ir al dentista, apuntarte a un gimnasio o colaborar con una ONG en Centro-Africa.  El rosario de momentos desfila por tus días pero por miedo, inseguridad, matices de confusión e incertidumbre, comodidad, dudas para elegir o falta de apoyo de otras personas que te rodean, vas dejando pasar el tiempo. La decisión se retrasa y se complica con tareas cotidianas inevitables. La rutina amaga. Esperas un tirón de alguien, una explicación que te haga ver claro, un empujón de ese interior que vagabundea por la ruleta del tiempo. Te gustaría que una fuerza invisible impulsara tu  interior y te ayudara a decidir, pero......pones la tele, jugueteas con el móvil, pasas las hojas de una revista, comes unas galletas o te ves haciendo algo que se te ocurrió de repente. Tu cerebro y tú, tú y tu cerebro se alían para que no tomes partido. Tu mente es una nebulosa de ideas sin perfiles claros. Ese totum revolutum, amasijo de intenciones, obligaciones y deseos te paraliza y te arrastra hacia un sillón en el que te dejas caer a plomo. Ansías ver claro que hacer, esperas la conjunción positiva de todos los astros para decidir.....pero nada. Ahora no porque tengo que .....esta tarde seguro que no tengo cabeza y hay que salir.......Mañana tampoco porque no está.....el fin de semana nos vamos........Siempre hay un algo que te dificulta la acción. "Tengo que esperar que todo esté bien", te dices. "Cuando pase todo este jaleo encontraré el momento......" seguro que "habrá una mejor ocasión....ahora no.....".



    Los dias pasan y tu vida sigue siendo un almacén de indecisiones y de dudas que parecen retroalimentarse. Mientras menos decides, más incertidumbres. Más intenciones y menos logros.

     Entre lecturas, conversaciones, reflexiones y paso del tiempo empiezas a comprender que ese momento especial, esa ocasión de oro, ese estado de clarividencia total no existe. Las personas no somos perfectas, las circunstancias presentan nubes y claros, el entusiasmo no es una línea recta, el panorama siempre contiene algunos escollos, la compañia aunque no es mala dista de ser la que necesitas,.... Tus miedos o una exagerada previsión de dificultades mentales se hacen cómplices de la toma de decisiones y actúan como veneno paralizante.

Al final, después de múltiples dimes y diretes contigo mismo, decides y en unos minutos has llamado a esa persona,  reservaste el billete de avión del deseado viaje o tiraste el montón de papeles que llevas años sin mirar. No sabes muy bien porque pero lo has hecho. Tu cerebro, por su cuenta, tomó la decisión sin contar contigo porque ha llegado a la conclusión de que toda decisión tiene un margen de incertidumbre y que el momento perfecto no ha existido, no existe y no existirá nunca. La vida te empuja y para seguir viviendo tienes que decidir. Tienes que equivocarte .Esperar el momento perfecto es la parálisis, la muerte.
     Es importante medir los tiempos, pero reflexionar demasiado, esperar demasiado, analizar demasiado.... ..paraliza demasiado.  Lo perfecto es enemigo de lo bueno.....enemigo de tí.

¡ Ahora !
     Cosa diferente sería el afán de superación, el mejorar, el progresar, el avanzar........haciendo las cosas lo mejor que puedas, pero sabiendo de antemano que nunca vas a conseguir esa perfección que ansías y que tanto te limita.

       Max Aub, destacado escritor hispano - mejicano escribió su propio epitafio: "Hice lo que pude", que no está nada mal. El momento perfecto es ahora. No existen momentos perfectos, elige un momento y hazlo lo mejor que puedas.



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