jueves, 7 de septiembre de 2017

El atraco de los soberanistas catalanes


            La democracia ha sido golpeada y violada en Cataluña. El primer acto violento del que fui testigo
Congreso de los Diputados: Sede de la soberanía del conjunto
de pueblos de España.
contra la democracia fue el golpe de estado de Tejero en febrero del 1981. Con anterioridad y luego, a lo largo de una eternidad, el cruel terrorismo de ETA fue un tremendo obstáculo para consolidar un incipiente sistema democrático que nos sacara de la oscuridad de la dictadura. En los últimos años han sido los independentistas catalanes, con su escandaloso victimismo, su demagógico lenguaje y una sarta de mentiras los encargados de inocular a la sociedad catalana un antiespañolismo absoluto basado en un nacionalismo autoritario, absorbente y arbitrario.
         Ayer se consumó el atraco al Parlamento Catalán privando a unos diputados de sus legítimos derechos que la propia ciudadanía catalana les otorgó. La presidenta de la cámara permitió una serie de truculencias e ilegalidades que los propios letrados de la Institución no tardaron en denunciar. El 52 % de los catalanes y el resto de España hemos visto saltar por los aires el marco legal que tanto tiempo y esfuerzos nos ha costado. La mayoría absoluta de parlamentarios, que no de votos, no es razón para no cumplir la Ley y hacer un parcheo, una pantomima” legal” para dividir a Cataluña e imponer unas ideas que ni siquiera asume la mitad de la población. Puigdemont, su Gobierno y los grupos de “indepes” se han convertido así en auténticos ladrones de derechos de millones de personas. ¡Se han apropiado de competencias que no les corresponden y con ese robo , además , quieren imponer su voluntad a TODOS  los catalanes y a TODOS los españoles. Hay temas que no se pueden votar. P.e. España no puede votar quitar la Generalitat porque lo prohíbe la Constitución. Por la misma razón no se puede hacer ese tipo de referéndum. Ayer decía un comentarista en la radio que los independentistas confunden continuamente el coito con la sexualidad.
          Una de sus mayores falacias es que dicen hablar en nombre de los catalanes. ¡ Cataluña somos nosotros!. Eso es típico de regímenes fascistas y absolutistas. Confundir la parte con el todo y además a sabiendas. Son los iluminados, los que tienen la verdad, son los que pueden dar lecciones a todos los demás, son los elegidos, los inteligentes, los que más saben…..y claro ¡Todos tenemos que hacerles caso y aceptar sus imposiciones porque son demócratas puros!. Nosotros no. Los catalanes que no piensan como ellos y el resto de españoles somos gentuzilla, somos otra cosa, mala gente, gente poco fiable……¡ sus enemigos! ¡ Somos los responsables de sus males!. Ellos son pacíficos, los demás guerreros.
         Ante todo eso nos queda el Derecho, el diálogo y el ejemplo. Ningún catalán, por muy independentista que sea es mi enemigo. Robar siempre es delito pero robar derechos y usurpar al Poder Judicial desde puestos de privilegio es patético, bochornoso y deplorable.
Espero y deseo que el Estado, los partidos constitucionalistas y el sentido común de los residentes en Cataluña encuentren, dentro del Estado de Derecho y la sociedad civil, una respuesta adecuada a tanto descaro y tanta sinvergozonería. No se trata de un choque de trenes es un atraco a España perpetrado por unos pocos. Es obligación del Gobierno hacer que nos devuelvan lo robado, responsabilidades civiles y penales aparte.


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