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Luz detrás de las sombras |
El
pasado jueves 12 de junio por la tarde, no me gustó ver a mi presidente
alicaído, andar cansino, cara de circunstancias, mandíbulas apretadas y
excesivo maquillaje. Supongo que la cosmética aliviaría algo la mala racha y la
mala cara. Tampoco me gustó lo que dijo.
Desde luego era necesario que diera
explicaciones después de 45 días sin ofrecer rueda de prensa, once meses sin
conceder entrevistas a medios españoles y 15 meses sin presentarse a la sesión
de control al Gobierno en el Senado. La contundencia de las 500 páginas,
elaboradas por la Policía Judicial –UCO-, que informan con rigor sobre la
presunta grave corrupción de Koldo, Ábalos y Santos Cerdán, -todos ellos con
fortísimas conexiones con el PSOE, aunque a día de hoy ya no las tengan- y la
dimisión de Santos Cerdán –número tres del partido- obligaban al presidente del
Gobierno y secretario general del PSOE a tomar algunas medidas y aclarar
públicamente el futuro de un país que no se merece esta clase política.
Lo dicho por el presidente me
pareció insuficiente e incompleto. Poco adecuado. Nadó y guardó la ropa. Mi impresión
es que sabe la gravedad del asunto, pero se manifiesta como si no lo fuera. Es
decir, miente, actúa, interpreta el papel de apesadumbrado, dolido e ignorante.
Vamos a ver, que los dos secretarios de organización que TÚ has nombrado en el
partido que diriges, tus dos manos derechas, tus dos pilares, sean presuntos vulgares
ladrones que han trapicheado con obras públicas por comisiones, no te puede
pillar de sorpresa: Es imposible porque llevas con ellos años de relaciones
íntimas, trabajando codo con codo en decisiones importantes del partido y del
gobierno. Recorriste España en un Peugeot con Koldo, Ábalos y Santos Cerdán
buscando tus apoyos entre la familia socialista –tú eras el cuarto- y ahora nos
dices que casi, casi te acabas de enterar. Por cierto, ¿por qué cesaste a
Ábalos? Aún no lo has explicado bien. La gente entiende que tanto Ábalos como
Santos Cerdán han actuado de cortafuegos. Ahora, tras los escándalos, se han
visto obligados a dejar sus cargos –o casi, con seguridad, los has obligado tú–.Uno
ha sido tu ministro de Fomento y secretario de organización; Koldo fue el espabilado chico para todo en las alcantarillas del PSOE y por eso tiene comprometidas
grabaciones; y el tercero, Santos Cerdán, secretario de organización del
partido que tú presides y que sustituyó a Ábalos porque así lo decidiste… ¿Y dices que no sabías nada? Ciertamente, tienes derecho a defenderte, pero no te
puedo creer. Tus explicaciones sonaron mal… No va a haber elecciones… Seguiremos
trabajando… ¿Cómo? Si hace tres días eras un gobierno débil, ahora estás debilísimo,
mucho peor. Las presiones y los chantajes aumentarán ante una ciudadanía ya
estupefacta a causa del rosario de bochornosas situaciones con olor a podridas.
Pedir perdón a la nación porque la
gente que tú has nombrado “se lo ha llevado calentito” es de risa. Al menos
pídeles que lo devuelvan. Un político serio, adulto y responsable, ante la
frecuencia de situaciones tan graves, habría dimitido ya. Si lo sabías, malo. Y
si no lo sabías, peor: no estás en condiciones de seguir gobernando.
Pedir una auditoría en la
contabilidad de tu partido es algo inútil porque cualquier movimiento de
dinero negro –si lo hubo, como parece indicar la UCO en su informe- no aparecerá
en las limpias cuentas oficiales. Si apareciera, el nivel de torpeza del
personal sería inconcebible.
No es baladí que la comparecencia haya
sido en Ferraz; supongo que se hizo con la idea de alejarse del escenario de La
Moncloa y del Congreso. Ese desdoblamiento de personalidad, ahora soy
presidente, ahora soy secretario general, es perverso, porque no es real. Hay un
solo Sánchez. Entiendo que el presidente del gobierno se ha asesorado por el
secretario general y el secretario general ha recibido información del
presidente del gobierno. El conglomerado Koldo+Ábalos+Cerdán es un tumor que
contamina tanto al partido como al gobierno. El partido solo no hubiera tenido
acceso jamás a contratos de obras públicas gubernamentales. Si a ese tumor
sumamos la pus generada por la tal Leyre dándole un pen a Santos Cerdán en la
sede de Ferraz, lo maligno del tumor se dispara al infinito. Por cierto, ¿dónde
está ese pen y cuál es su contenido? Por cierto, me llamó la atención que el
presidente, en sus declaraciones, no felicitara a la Guardia Civil por tan
brillante trabajo.
Tampoco parece suficiente la suspensión de militancia a dos socialistas de Aragón que aparecen en los papeles de la UCO.
Espero que quede PSOE fuera de Pedro Sánchez para que remedien los rotos, descosidos y desaguisados que se han cometido durante estos siete penosos años.
Llegado este punto, todos miramos hacia tus socios. La situación se entiende: “Para tal gobierno, tales socios”. Tu misma sospechosa actuación del jueves 12 de junio por la tarde, es la de tus socios. Sospecho que todos vais a seguir tan bochornosamente igual. Me resultan curiosas y reveladoras las declaraciones de los socios: “Hemos cambiado de pantalla” dicen unos, ¿y? me pregunto yo. “Vamos a ser mucho más exigentes con Sánchez”, dicen otros, ¿y? me sigo preguntando. “Esperamos que todo se aclare y el gobierno vaya dando las oportunas explicaciones”, ¿y? “Nuestra nueva relación con el PSOE tiene que ser de regeneración democrática si quiere nuestro apoyo”, ¿y? “Nos estamos planteando el apoyo a Pedro Sánchez”, ¿y?... Tan corruptos son los autores como aquellos que dan soporte político a la corrupción. La realidad es que el PSOE tiene un importante núcleo de presuntos corruptos y esa corrupción tiene conexiones con el gobierno. Da vergüenza ajena escuchar a Sánchez en el discurso de moción de censura a Rajoy atacando la corrupción: “Palabras vendo que para mí no tengo”. Se piden hechos. Por encima del número tres ya solo quedan la número dos -con las manos achicharradas- y el número uno, en estado de permanente sospecha después de lo visto.
Espero que no se confunda Feijoo: Estar en contra de Pedro Sánchez no significa, necesariamente, estar a favor del gallego. El PP creo que no tiene votos para
sacar adelante una moción de censura. Aun así, no estoy seguro de que debiera
presentarla, porque obligaria a retratarse a los socios con el riesgo de que solo votaran a favor el PP y VOX. Sí tengo claro que el gobierno debiera someterse a una moción de
confianza. La gravedad de la situación debe resolverse, como mínimo, en el
Parlamento, aunque la mejor salida, la más democrática, sería conocer la voz de
la ciudadanía adelantando las elecciones generales.
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