sábado, 19 de diciembre de 2015

Dudosas colecciones?


              El coleccionismo lo podríamos definir como una pasión desbordante de apilar objetos del mismo tipo reunidos por su especial valor, interés o curiosidad. Así la gente colecciona monedas, sellos o botellines de cerveza. También se pueden coleccionar manuscritos, muñecas o bolígrafos. En principio, cualquier cosa  es objeto de colección. Algunos coleccionan Picassos, pasaportes, pelusas de ombligo o sillas en miniatura. Todo depende de la ocurrencia del momento, del carácter de la persona, de su dinero, del sitio disponible, etc….

             Lo que está claro es que coleccionamos objetos, cosas materiales definidas por una masa, un volumen, una forma y un precio.
             El asunto se complica cuando los contenidos de la colección no responden a estos criterios. ¿Cómo se imaginan una colección de sensaciones? ¿Cómo representar y guardar las millones de impresiones, a veces combinadas, que nos entran por los sentidos y que nos hacen sentir?
              Imaginemos una colección de vanidades. ¿Qué tal una colección de crepúsculos? Miles de amaneceres o anocheceres en diferentes partes del mundo, con diferentes personas, en diferentes fechas, con distinta edad…….¿Cómo conseguir una colección así y cómo guardarla?. Pinturas de todos los tiempos y una cámara de fotos serían las fuentes de esta colección con matices algo románticos.

          Una colección de olores sin duda sería más fácil: miles de recipientes para colonias y flores de todo tipo. Gases encerrados herméticamente. Olores agradables, sugerentes, desagradables, embriagadores, mareantes, asquerosos o sublimes……olor a tierra mojada, a basura, a Chanel 5, a goma quemada, a mar, a pinos, …….La colección de olores sería complementaria con la de recuerdos. Digo esto porque el cerebro asocia con rapidez olores con circunstancias aunque hay muchos recuerdos que van ligados a personas, lugares, ropas, fotos etc…
 
               Nadie puede dudar de las peculiaridades de un coleccionista donde la pasión se mezcla a veces con aspectos obsesivos muy personales. Suelen ser personas organizadas y curiosas, con frecuencia detallistas y perfeccionistas. Desde estas líneas quiero dejar un gran espacio de libertad y no decir mi versión para no interferir. Comentadas algunas propuestas, es mi intención plantear otros motivos de colección y que ante ellos cada cual se imagine como sería su particular visión. Animo a hacer comentarios al final.
 
·        ¿Cómo sería una colección de actitudes?.
·        ¿ Y de autocríticas?.
·        ¿Qué tal una colección de ambigüedades?. ¿Y una de dudas?
·        La colección de mentiras está de bastante actualidad ¿ cómo la ves?.
·        Una colección de mediocridades puede ser algo grande.
·        Hay gente, con gran ombligo, que prefiere una colección de absolutos.
 
Una colección que da miedo es la de saltos al vacío.
    ·        Ayuda a conocerse recopilar impulsos contenidos.
·        Seguro que sería muy interesante mostrar un gran conjunto de momentos de soledad. Compartiéndolos nos sentiríamos menos solos.
·        ¿Cómo veis la colección de sentimientos encontrados?
·        ¿Qué tal la cole de insignificancias insignificantes?
·        ¿Sería muy extensa la relación de besos perdidos?.       ¡ sería una mala colección !
·        La colección de lunas llenas nos obligaría a mirar al cielo y eso no está mal. Al mismo tiempo podríamos coleccionar eclipses, incluyendo también los que ocurren entre personas.
·        El conocer una antología de impotencias – de todo tipo – resultaría muy curioso.
·        Y un museo – de sombras ¿ quién se atreve?.
·        La colección de miradas es una de mis preferidas. En cuadros y fotos los personajes, los protagonistas siempre miran……..y siempre dicen cosas. La vida real es fuente inagotable de miradas. La interpretación de miradas es algo fascinante.
·        Colecciones de intranquilidades, de complicidades, de vidas insípidas, de viajes imposibles, colecciones de aventuras, de guiños indiscretos,…..

¿Se podrá coleccionar todo esto o son colecciones imposibles?. Atrévete a dejar tu comentario

domingo, 6 de diciembre de 2015

Navidad, una fiesta para compartir

           Cada día me gusta menos esta Navidad. Cuando a mitad de noviembre se empiezan a ver anuncios de colonias con bolas, pinos o papasnoel se encienden en mi interior lámparas de color gris. Una nube de melancolía envuelve los días y muchos recuerdos del pasado se tiñen de una característica tristeza que sólo el escenario de la Navidad puede conseguir.

           A la tele se le unen unos escaparates más luminosos de lo normal. Sus contenidos anuncian de forma inequívoca que una gran fiesta se acerca. Fachadas de grandes almacenes, tiendas y supermercados, calles y algún espacio simbólico de la ciudad se llenan de lucecitas formando extrañas figuras difíciles de descifrar. Se trata de no ofender los sentimientos de las personas que no son religiosas…….dicen. De ahí el actual diseño de una especie de símbolos laicos que anuncien la Navidad sin recordar la religión. Esta sociedad desnaturaliza casi todo y así podemos encontrar café descafeinado, caramelos sin azúcar o un simulado viaje a Nueva York sin moverte de tu casa. ¡Estamos inventando la navidad sin Navidad! ¡ Como será que hasta los Bancos la celebran ofreciendo posibilidades extras para enriquecerse más!. La realidad se está llenando de virtualidades……….hasta que llega una enfermedad o una muerte. Estoy convencido de que una desgracia a veces no lo es tanto porque nos despierta de ese letargo, de esa hibernación mental y vital al que intentan someternos instituciones y personas que nos lo dan todo hecho: ¡No pienses, yo lo hago por ti! ó ¡ Comprar es una forma de existir!.

            En Navidad se recogen no sé cuántos miles de kilos más de alimentos para los necesitados. Una solidaridad sentimental, a veces culpable, se manifiesta en forma de productos pero no tanto de ratos y mesas compartidas. Es como si la gente necesitada tuviera más hambre en estas fechas que en los meses de marzo o septiembre y sólo necesitaran comer. Sé que hay mucha gente generosa que da todo el año. Lo que no entiendo es esa acumulación en estas fechas, esas montañas de alimentos que, con frecuencia, hasta los necesitados despilfarran.
           La navidad la hemos convertido en una feria y sinceramente, no me gusta. Atracciones de feria de todo tipo inundan las ciudades por varios puntos, se come y se bebe como nunca hasta tal punto que encontrar un restaurante se convierte en un reto casi imposible, se vende lo invendible gracias a singulares campañas de marketing, los regalos nos invaden como tsunamis de objetos que a veces no sabes cuándo los vas a usar ni dónde los vas a poner, …….hasta la alegría parece hueca y virtual. En el ambiente se palpa una compulsiva necesidad de pasarlo bien casi por obligación. Como toda feria no podían faltar las canciones, los vestidos y las comidas que todos aceptamos como un hecho cultural, claro.

             El tráfico se torna insoportable, las calles se llenan de gente, los viajes y las maletas se convierten en partes esenciales del escenario, todo el mundo tiene prisa y los deseos puntuales de felicidad, paz y amor se intercambian por millones. Antes los Christmas aseguraban que alguien había pensado en ti el ratito de escribirlos y algo más: texto, dirección, sello, echar la carta…..Ahora los emails y los whatsapps dan la vuelta al mundo en décimas de segundo y lo peor de todo es que puedes recibir el mismo que tú enviaste debido a los continuos reenvíos. ¡ un fiasco total!. 
Reconozco que este modelo de Navidad me altera demasiado porque me produce cierto vértigo e intranquilidad. Demasiada tienda, demasiado comercio, demasiado movimiento.
            Además la Navidad es la fiesta de las grandes ausencias y de los grandes huecos. Se nota mucho la ausencia de los que queriendo estar no vinieron y los tremendos vacíos de los que se fueron para siempre.
           Es difícil prescindir de los elementos religiosos de estas fiestas. También me resulta muy complicado aislar sus aspectos folklóricos, comerciales y culturales. Pero disminuiría en lo posible – allá cada cual - esas facetas para quedarme con una Navidad más tranquila, más cercana, más solidaria, más humana, más sencilla, más empática, más natural, más pacífica, más de amistad y de familia. Creo que el compartir es una de las mejores capacidades que podemos aprender en Navidad para desarrollarla el resto del año.

            Parece que el sentido “original” de la fiesta de la Navidad empezó a perderse hace siglos. Porque tal sentido no era la conmemoración del nacimiento de Cristo, sino la promesa del retorno del Sol, algo que los europeos celebraban muchos siglos antes de que el cristianismo se convirtiera en Religión mucha gente. Me da igual que la Navidad tuviera origen pagano y que la Religión Cristiana le diera otro significado. Cada cual trata de encontrar el suyo y el mío tiene que ver con compartir, con la familia y con el Niño Jesús al fondo.

           Antonio Machín, Maestro de maestros, sintió la Navidad de un modo especial, su modo, interpretando esta canción.

Campanitas que vais repicando, Navidad vais alegres cantando

y a mi llegan los dulces recuerdos del hogar bendito donde me crie,

aquella viejita que tanto adoré, mi madre del alma que no olvidaré…..

Navidad que con dulce cantar celebran las almas que saben AMAR,

Ay que triste es andar en la vida, por senda perdida lejos del hogar,

sin oir una voz cariñosa que diga amorosa, llegó NAVIDAD.

 
Navidad, una fiesta para compartir contigo

viernes, 4 de septiembre de 2015

Aylan, un triste despertador

              Las terribles desigualdades sociales que se han generado en los últimos 20 años - final del siglo XX y principios del XXI - son una vergüenza para todos. Tantos emigrantes muertos por tierra y mar, tantos niños abandonados, tantas familias viviendo en la miseria por medio mundo, tanto sufrimiento, tanta hipocresía, tanta guerra, tanto paro, tantos refugiados, tanta cicatería de los más ricos ……¡ demasiada explotación para beneficio de tan pocos !. 
             Lo que estamos viendo y escuchando……lo que estamos viviendo es para mí la mayor catástrofe desde la Segunda Guerra Mundial. Es un problema universal que alcanza a todos los rincones del planeta. Como tal exige soluciones de la comunidad internacional. ¡De poco valen iniciativas de particulares con escasa o nula capacidad para actuar ante un flujo de cientos de miles de refugiados o ante millones de parados y emigrantes! . La misma Cruz Roja internacional, las diferentes Iglesias, ONGs o iniciativas de grandes ciudades europeas se ven impotentes para solventar, por ejemplo, que cientos de miles de sirios, etíopes o afganos encuentren un lugar en Europa donde puedan vivir, trabajar y llevar una vida medio normal. Las organizaciones tienen la voluntad, pero la capacidad de actuar en el lugar es casi imposible porque necesitan la imprescindible colaboración de los gobiernos de los estados implicados. 
               Las soluciones sólo pueden venir de la POLÍTICA. Es responsabilidad de los Gobiernos ponerse de acuerdo y encontrar salida a tanta desesperación. Europa es una unión fallida políticamente hablando. Los países no están dispuestos a perder su autonomía en beneficio de una comunidad más amplia y así encontramos que Francia se mete con Hungría o que Hungría culpa a Alemania de la crisis de los refugiados. Los Gobiernos silban mirando al tendido intentando difuminar sus responsabilidades y endiñarle los problemas a sus vecinos. ¡Parados, emigrantes o refugiados….¿qué más da?. ¿ Dónde están la ONU, la FAO, UNICEF, el FMI o el rimbombante Banco Mundial? . ¿Dónde están las organizaciones pacifistas ante la sangrienta, desesperante y demasiado larga guerra civil de Siria? ¿Qué hacen Rusia y EE.UU. para parar el más que serio conflicto sirio. Demasiadas organizaciones con demasiados intereses. Demasiada ineficacia. Demasiada aparente preocupación. ….de ahí unos resultados escasos y muy lentos. Nadie duda de la complejidad de la situación, pero dificultades mayores se han salvado cuando se tiene la voluntad de hacerlo. Por cierto ¿A quién beneficia la guerra en Siria?.

Aylan y Galib junto a su padre Abdulá
 ( Facebook)
               Siempre es esperanzadora la respuesta – aún débil – de la sociedad civil. Hay que presionar a gobiernos y partidos políticos. No podemos permanecer impasibles. La crisis que padecemos no es una crisis financiera es una crisis de valores, una crisis de humanidad. Igual que parados, emigrantes y refugiados buscan nuevos caminos, la sociedad lo está haciendo y los Gobiernos tienen que hacerlo también. Los primeros lo hacen por genuina necesidad, los segundos deben de conseguirlo porque es su responsabilidad, una responsabilidad solidaria y permanente. 

               ¿Cuántos Aylan Kurdi tienen que morir para que Europa reaccione con agilidad y medidas eficaces? . ¿Cuántos camiones “morgue” se tienen que encontrar para paliar esta pavorosa situación?. Reclamar soluciones dignas a los Gobiernos, mantener nuestra pequeña cuota de solidaridad personal y comprometerse son asociaciones y entidades sensibles ante tanta marginación es lo que tenemos que seguir haciendo. Una solidaridad permanente y comprometida con las personas que tanto necesitan.
Impotencia total ante la muerte de su esposa y sus hijos.
TOLGA ADANALI (AP)
          Las imágenes del policía turco trasladando el cuerpo de Aylan como si se fuera a romper de un momento a otro debieran servir para despertar a unos políticos parapetados en sus poltronas. La  camiseta roja, su pantalón azul y unos zapatitos nuevos cubriendo un pequeño cuerpo rígido  boca abajo y a merced de las olas es una imagen que nunca hubiera querido ver. Esa noche se ahogaron varios niños más junto a otros adultos.

jueves, 13 de agosto de 2015

Coleccionismo y coleccionistas

                 Una colección es un conjunto ordenado de cosas, por lo común de una misma clase y reunidas por su especial interés o valor. Estamos acostumbrados a ver como la gente coleccionamos monedas, sellos, vasijas de cerámica, escritos o cuadros. Últimamente todo es susceptible de ser coleccionado: autógrafos, discos, zapatos, máquinas de ferrocarril o automóviles pueden generar auténticas pasiones. El interés y la curiosidad humana no tienen límites y las fijaciones de las personas abarcan un espectro cada vez más amplio de objetos. Por poseer determinados ejemplares de algo se conspira, se paga e incluso hay gente que mata. Lo importante es poder ver en la intimidad de tu casa ese objeto casi único, irrepetible. También se disfruta enseñándolo a las amistades más íntimas y bajo palabra de honor de que no desvelarán ningún tipo de detalle. Determinados vestidos de famosas actrices, joyas de reyes, fósiles del cretácico, películas de los años 20 o fotografías de la II Guerra Mundial pueden colmar de felicidad a una mente que lleva años intentando conseguirlos.
            Dicen que no es bueno ser coleccionista porque resulta muy complicado tener una sola colección completa y además en buen estado. Y eso es frustrante. Además si la completaras, necesitas empezar otra nueva colección para que tu vida tenga sentido. Esa especie de ansia ambiciosa por poseer piezas excepcionales, por estar siempre buscando - hay ejemplares muy raros y escasos – corre el riesgo de convertirse en una peligrosa patología que te destruye. Además el desequilibrio puede ser total y el egocentrismo por tu colección puede aislarte y pasar de dueño a esclavo de tus objetos.
               Como contrapunto a la colección de objetos me permito reflexionar sobre otros tipos de colecciones…… colecciones bastante más difíciles por su grado de abstracción. Qué tal una colección de vanidades? ¿Por qué no intentar una original colección de crepúsculos? ¿No sería encantadora una colección de olores sin frascos? ¿Y una de recuerdos mezclada con sensaciones? . El futuro museo de autocríticas competiría con el de ambigüedades y mentiras mientras que la colección de mediocridades no le haría sombra a una buena colección de dogmáticos absolutos. Colecciones de impulsos contenidos, de momentos de soledad, de sentimientos encontrados serían analizadas por grandes especialistas que dejarían constancia de su importancia. El coleccionista de besos perdidos
visitaría al de impotencias calculadas para proceder a algún posible intercambio. La coleccionista de amaneceres despertaría cada día con el que más le gustase mientras que la colección de insignificancias insignificantes pasaría desapercibida. Colecciones de lunas llenas, de eclipses totales de Sol, de sombras redondeadas, de insomnios, de miradas, de intranquilidades o de complicidades se venderían en los mercados de las emociones esenciales. El coleccionista de nacionalismos trasnochados pensaría que su colección es la mejor del mundo , además de ser la única y verdadera colección. 
               A veces las colecciones, tan valiosas y tan próximas, nos dificultan detectar a las personas que nos rodean y a sus sentimientos. Nos dificultan compartir. Podríamos coleccionar  amigos, solidaridades, secretos y confidencias, risas, brisas marinas, empatías, confianza, temores y conversaciones, silencios........si, creo que es oportuno reflexionar para priorizar nuestras colecciones sin confundir valor y precio.



martes, 11 de agosto de 2015

Caños de Meca: percepciones de un niño en los 50

            Era en los veranos. Década de los 50. Yo, un niño con 6 u 8 años. Todos los veranos íbamos a Cádiz para estar con la familia de mi madre. Vejer no tiene playa, pero la familia tenía un cortijo en Caños de Meca.

Cortijo- vivienda en playa.1.958

 Recuerdo que con mi incipiente uso de razón, lo del cortijo me descuadró. Yo esperaba una hacienda típica andaluza con buena fachada, al menos dos plantas, ventanas con rejas, algún balcón y algo de patio. Pues no. El cortijo era una especie de gran choza de una sola habitación, suelo de albero  y un par de pequeñas ventanas de madera. Sus paredes eran blancas y gruesas y alrededor de dos metros de altas. Su techo era de paja y en él podíamos ver una serie de palos que  entrelazados  constituían el armazón del techo. Encima un grueso techo de  paja, imagino que bien cosido para aguantar las frecuentes  levanteras que tanto molestan. La gran habitación se dividía en otras más pequeñas por medio de cortinas y sábanas. En la puerta de entrada se construía una especie de habitación suplementaria con las frecuentes cañas que se criaban por todos sitios. Era una especie de sombrajo - habitación cuadrada. La más fresquita de la casa porque permitía el paso del aire y no entraba el sol.  A veces le hacían una abertura lateral, pegada a la pared, a modo de puerta. Recuerdo que se utilizaba como comedor. Velas, lamparitas de aceite o petromás iluminaban nuestras felices noches en un paraíso por descubrir.
Luz y nubes. Faro de Trafalgar

Podría haber 30 o 40 familias, la mayor parte de Vejer, y un cuartel de la omnipresente Guardia Civil. El panadero iba con un caballo una vez a la semana. El pescado era exquisito y abundante, fresco del día, pescado por un viejo lobo de mar al que llamábamos "Cachila" y al que ayudábamos a sacar la barca del mar por la mañana temprano. Cubos llenos de diferentes pescados eran comprados por los presentes por medio de una pequeña subasta en la misma playa. Toda una experiencia y un privilegio.

Familia de la época de excursión
 a "Las Cortinas"
He comentado ese escenario porque ayuda a situarse y conocer las condiciones de vida por aquellos años finales de los 50 e inicios de los 60 en Caños de Meca. Los Caños era un lugar aislado, primitivo, carretera infernal para ir a Vejer o a Barbate. El fantástico faro de Trafalgar y la presencia de escasos coches eran la únicas conexiones con el progreso y la tecnología. También los faluchos de Barbate iban y venían en su búsqueda de pescado y de noche podíamos observar los destellos del faro de Tánger. La imaginación , no sé a los mayores pero a los niños se nos disparaba con tanta belleza. Todo lo demás era natural. Un pequeño acantilado separaba las casas de la playa. Todas miraban al mar.  En su parte inferior, ese acantilado derramaba agua dulce cristalina y fresca y formaba pequeños ríos que morían rápido tragados por una arena increíblemente fina. Cuando ese agua se canalizaba por medio de pitas pinchadas en el acantilado a un par de metros de altura, nos servía de duchas. De ahí el nombre de Los Caños. El mar se había comido la base del acantilado provocando algunos desprendimientos y una especie de cuevas - covachas - que rezumaban agua por el fondo y por un techo, no demasiado alto, lleno de irregularidades. Algunas cuevas eran grandes. Todas frescas. Un día vi refrescándose en ese agua botellines de Cruzcampo y Mirindas de naranja. Recuerdo un bote de aceitunas y algunas latas de mejillones. Fue el principio. Creo que se llamaba "El Capi", era un hombre del lugar y se había dado cuenta de que a la gente le gustaba la playa y un aperitivo. Con el tiempo vi sillas de madera en X, plegables y mesas compañeras metidas en esas cuevas. Habían nacido los chiringuitos.


Playa Caños de Meca. Pedro Sánchez
        Los permisos, la higiene, los impuestos, la lista de precios y todo eso brillaban por su ausencia. Había agua corriente y un marco incomparable. Más que suficiente. Con el tiempo estos pequeños negocios proliferaron y tuvieron que sacarlos de la misma playa y  trasladarlos al filo del acantilado, arriba.  Cañas, palos y soguillas de esparto - tomizas - fueron sus materiales de construcción. Desde arriba las vistas de las rocas, de la "Punta" y del Faro eran espectaculares. Los Caños eran un alhaja, nombre que también dábamos a una fila de rocas bastante metida en el mar - rica en cangrejos y erizos - que el agua cubría con la subida de la marea.




viernes, 7 de agosto de 2015

Percepciones en el Pais Vasco

Kaixo! Egun on! ( Hola! Buenos días!)
    
Desde Monte Urgull, isla de Sta Clara y Monte Igueldo
             Recientemente he visitado las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa - Bizkaia eta Gipuzkoa . Han sido unos días intensos, andados, cargados de novedades y llenos de fuertes impresiones. Nunca había estado allí. Sólo de paso.
       
         No es mi intención sentar cátedra en lo que afirmo o analizo, pero sí puedo asegurar que son mis percepciones y  mis impresiones. Es opinión. Tengo que admitir que la compañía  familiar era muy buena. También es posible que las circunstancias vacacionales hayan facilitado nuestra estancia y posiblemente dulcificado algunos recuerdos. No lo sé.

Puente próximo a Palacio Lili. Cestoa
           Mi primera impresión es que este rincón de España en Europa es un lugar privilegiado. El  verdor permanente de sus campos indica un buen clima suavizado además por la presencia del mar. Su relieve montañoso te eleva y te relaja. Toda su geografía te transporta a una inmensidad que a veces  sobrecoge. El paisaje de esas zonas del Cantábrico es único. La mezcla de ese mar multicolor unido al azul - a veces grisáceo - del cielo, a tonos de marrón de las montañas y al verde verdísimo de su increíble vegetación produce casi un estado hipnótico en quién lo mira. ¡ No puedes dejar de mirar y de admirar tanta belleza!. Bosques frondosos  ¡ y limpios! en cimas y valles, acantilados de cine que bañan sus pies en generosa espuma salina, orografía escarpada y agresiva que siempre te reta a subir, mar bravo sin límite con playas llenas de gente y frecuentes barcos dibujados en las olas o en el horizonte, cielo vivo que se viste con cambiantes nubes y siluetas de gaviotas.....¡ un maravilloso espectáculo!. Espectaculares y continuas sensaciones que terminan por embotarte los sentidos y te drogan con una sobredosis de belleza que cuesta trabajo asimilar. Aparte de estos privilegios naturales creo que el País Vasco tiene privilegios políticos. El reconocimiento y amparo de la Constitución Española de 1.978 de los derechos históricos , con sus tres Diputaciones Forales con amplísimas competencias, es algo singular en la Europa del siglo XXI , aunque también Navarra tiene una situación parecida.
Casas típicas . Hondarribia
             Sigamos con el viaje. Los vascos que yo he conocido son gente muy amable, acogedora, educada y empática con el visitante. Seguramente el ambiente vacacional nos han influido a todos. Íbamos a pasarlo bien  y así ha sido, pero hay que decir que todas las personas con las que nos encontramos nos atendieron divinamente. ¡ Y no han sido pocas !. En bares, cafeterías, trenes, hoteles, tiendas, calles, caminos, mercados, mercadillos, ciudades o pueblos todo el mundo se implicó para responder preguntas, facilitarnos la mejor comida (¡ Vaya gastronomía la vasca !) o aconsejarnos posibles lugares a visitar. Incluso se te adelantan si te ven con cara de pregunta o de duda. Con total corrección y en perfecto castellano. Ningún problema con el idioma, ninguno y eso......en los tiempos que corren, es de agradecer. Por cierto que la mayor parte de la información - en todos sitios - está en euskera y en español. Evidentemente también lo hacen en inglés y francés. El vasco, al principio, parece algo hosco y frio pero no son así: la cordialidad  gana con rapidez conforme se desarrolla la conversación. Son como se manifiestan......sin complejos.


Bosque pintado (Agustín Ibarrola)
           Otra cosa que me llamó la atención es su alto nivel de vida. Las estadísticas dicen que el País Vasco es la comunidad más rica de España con una renta per cápita del 131% de la media nacional y se nota. Mi consideración sobre los precios es que pueden estar entre un 15 - 20% mas caros. Nada que ver con Andalucía. ¡Parece imposible que pertenezcan al mismo Estado!. Euskadi y Andalucía son como trozos de países diferentes. Resulta impactante su magnífica red de carreteras - algunas de peaje - y su red ferroviaria de metros y cercanías. Por cierto que lo de los trenes es apabullante: nuevos, preciosas y numerosas estaciones, todo funcionando con sistemas informáticos impecables, seguros, puntuales, limpios y ¡ baratos !. Un acero inoxidable de calidad abunda en todas las obras públicas. Escaleras mecánicas en calles empinadas ayudan a moverte en algunas  ciudades, lo mismo que ascensores públicos para salvar calles a distinto nivel. Consecuencia de este alto nivel de vida debe ser también la significativa presencia de niños en calles, parques y playas. Hemos visto muchas parejas jóvenes con tres y cuatro hijos. Niños por todas partes, como hacía tiempo que no veía. Comentan que las medidas y ayudas sociales para colectivos desfavorecidos llegan con normalidad y recogen personas y necesidades de sectores muy diferentes.....aunque siempre se puede hacer más.

Playa de Zumaia
          En aspectos identitarios me han parecido machacones y pesados. Para mí demasiada bandera, demasiada tradición, demasiada exaltación de lo vasco, demasiados matices étnicos....seguramente son flecos de todo lo vivido y de todo lo sufrido, pero resulta incómodo. Esa continua necesidad de autoafirmación puede responder a tiempos de represión, tiempos que afortunadamente ya pasaron. En este sentido creo que la ciudadanía vasca tiene mucho que agradecer a la Corona, a las Cortes  Constituyentes Españolas y al resto de Comunidades Autónomas. Indudablemente los vascos han sido los primeros propulsores de su historia, pero la España democrática les ayudó - y sigue ayudando - a recuperar un equilibrio, una paz y un lugar en Europa. Por cierto que la bandera de España ondea con normalidad en la mayor parte de edificios oficiales y el español se escucha y se habla en todos lados. En multitud de bares y cafeterías he visto la tele conectada a los informativos de la 1, 24 h. Tengo la impresión de que cada día son más los vascos que relativizan "lo vasco". Así parecen confirmarlo las encuestas pues en un año el independentismo en Euskadi bajó del 30% al 26 % y la gente valora por igual a Podemos y al PNV, estando Podemos por encima de Bildu. Creo que merece la pena destacar la política de moderación y prudencia que - a mi juicio - está llevando a cabo el lendakari Iñigo Urkullu.

Museo Guggenheim desde la otra orilla
        No puedo terminar sin dedicar unas líneas al Guggenheim de Bilbao, auténtica joya como contenedor y como continente, ya que ambos recogen para mi un canto a la libertad. No puedo decir lo mismo de San Sebastián 2016. Aparte de la poca presencia en la ciudad de este importante evento en el que Córdoba compitió y del que fue injustamente apartada, parece que se han producido muchos , quizás demasiados, cambios en la organización y la mayor parte de las actividades se focalizan en una divulgación de lo vasco en Europa, tergiversando el sentido de "una capital cultural europea". Así son las cosas.

       En cualquier caso han sido unos días fantásticos, a pesar de la lluvia. Gracias a todos los que nos ayudaron a pasarlo bien y hasta otra ocasión. ¡Eskerrik asko eta ireki berriro!.
San Juan de Gaztelugatxe

miércoles, 5 de agosto de 2015

Inmadurez o egoismo ?

Su pino me quita la luz y mancha mi terraza. Es del vecino de al lado. Después de años de limpiar y cierta oscuridad en la fachada de la casa decido llamarlo y le explico la situación. Me ha costado hacerlo, he esperado años…...pero la suciedad diaria de sus hojas y la luz eléctrica que hace del salón una especie de cueva me impulsa y lo llamo. “Yo no quito el pino” es toda la respuesta de alguien que consideraba vecino, conocido y con unas relaciones de más de 30 años. “La suciedad la  genera la hiedra que tenéis y los árboles de la calle, mi pino no”, me dice. Además, hace 15 años no me dejasteis elevar el tabique de medianería. Bueno pues poda algo, recorta algunas ramas para que entre algo más de luz y las hojas de pino no caigan en mi terraza. “Yo no quito el pino”. Y eso de que no deja entrar la luz es una tontería, así estáis más fresquitos en verano. Le respondí que no se enfadara, que no subiera el tono, que al menos hablemos con normalidad. “Yo no quito el pino” me responde con una vehemencia y una contundencia llena de soberbia. Le recuerdo que el pino molesta, que otro vecino tuvo que quitar otro parecido, que los estatutos de la Comunidad….…… Casi me cuelga y se despide con cierto desdén diciendo que no va a hacer nada y que a él le gusta como está. Para más inri me he enterado que tienen la casa en venta y hace años que no van por allí. Sus despectivas palabras martillean mi cabeza: ”Yo no quito el pino, ni lo podo ni nada…..mi pino no molesta”.
Salvando las distancias, esta situación me recuerda a cuando llamábamos a unos padres al instituto y le comentábamos que su hijo era un posible maltratador. :¿Mi hijo? . Mi hijo es uno de los mejores alumnos del centro y muy amigo de sus amigos. Si, eso es cierto, pero……entre él y otros dos le están haciendo la vida imposible a un compañero. Eso es imposible, tonterías de niños, juegos,…..mi hijo es cariñoso con toda la familia…..algo guasón, eso es todo. Pero es que en varias ocasiones ha insultado a un compañero, se rie de él, lo ridiculiza en público, incluso a veces le da collejas y empujones……. “Algo habrá hecho esa mosquita muerta”……mi hijo no es así y tendrán que demostrarme todas estas absurdas acusaciones……Creemos que debería de hablar con su hijo…..estamos preocupados por una deriva incontrolada de la situación…..además hay un compañero que lo está pasando mal. “Pues que se vaya a otro centro si no es capaz de adaptarse a este”. La distancia y el tiempo lo curan todo. Se le pasará y se acostumbrará a las bromas de los demás…..eso le hará más hombre. Además hay otro par de compañeros, no?. Supongo que habrán hablado también con ellos y con sus padres……..
 
Otra situación similar que repite excusas y más excusas y que resulta frecuente es la típica gotera del cuarto de baño. Es normal que la bañera o el lavabo pierdan agua y manchen el techo del vecino de abajo. Este sube y comunica la avería. La primera respuesta siempre es “Será de la comunidad……nosotros no hemos notado nada”. Verás es que el agua cae hacia abajo…..es lógico que vosotros no tengáis manchas. Baja a ver mi cuarto de baño. “Yo ahora no puedo…… lo hablaré con mi marido y que baje él…..pero es muy extraño. ¿No tendréis vosotros una tubería por el techo?. A veces ocurre. En este bloque las tuberías del techo son del vecino de arriba….esa avería tiene que ser vuestra. Baja y lo miramos. Pues nosotros,hace diez años, arreglamos nuestro WC y estoy segura que no tenemos nada que ver. ¿Habéis hablado con el presidente de la comunidad?. Él sabe por dónde van las tuberías en esta casa. Además si hay que abrir, será por vuestro baño. Siempre se hace así.
               Habitual es también la escena de un perro que en el parque se te acerca a olisquear tus pantalones o a dar vueltas a tu alrededor. Tú que no conoces al perro y tampoco sus intenciones te mueves intentando esquivarlo o alejarte. El perro juega contigo y sigue buscándote. Desde un banco se oye una voz que en tono cansino te dice “ Si no hace nada. Mi perro es muy mansito y nunca hizo daño a nadie”. Eso lo sabe usted, pero no yo. Debería de ir sujeto con una correa y también el bozal puesto. Yo siempre lo llevo atado pero en el parque lo suelto para que se relaje y se divierta. El bozal lo tengo en casa porque no le gusta nada. Pero no se preocupe que no hace nada. En los espacios públicos los perros deben de estar controlados y sujetos por sus dueños, hay niños, personas mayores……..Pero si es un cachorrón que sólo quiere jugar ¿verdad Poli?. Ya, ya…..pero si va suelto no sabe usted dónde hace sus “cosas” y no las podrá recoger. No, que va….cuando hace caca él me avisa con un ladrido y yo la recojo. Está muy bien enseñado, es muy inteligente……
 
               Supongo que la actitud de defenderse es genética. Supongo que a nadie le gustan los problemas. Supongo que lo mas frecuente es intentar matar al mensajero……pero ese aroma de prepotencia, esa permanente intención de desviar la propia responsabilidad –  ese de entrada yo no he sido- esa propensión a torcer la realidad para quitarse de en medio…..me pone de los nervios y más cuando se trata de personas mayores que pretenden escabullirse como adolescentes. ¿Cuáles son las raíces de esta incapacidad para la autocrítica?.

sábado, 27 de junio de 2015

Introspección




Introspección es una especie de palabra compuesta que para mí significa algo así como inspeccionar tu interior. La RAE la define como observación interior de los propios actos o estados de ánimo o de conciencia. Podríamos decir que es una reflexión, una meditación, un análisis hacia lo más íntimo.

          En un mundo dónde la imagen esclaviza, dónde las personas nos afanamos por tener un cuerpo escultural o el mejor que se pueda, dónde las modas de ropas y complementos arrasan, dónde los tatuajes y el corte de pelo marcan la personalidad…..la introspección es la gran olvidada. Parece que molesta conocerse.

          Más o menos siempre fue así. Para mucha gente es y fue importante vivir en un determinado barrio, tener tal o cual modelo de coche, comprar o comer en señalados establecimientos, veranear en elegidos lugares o tener como amistades a las familias plin y plun. Lo más que se podía y se puede decir de una reina o un actor es que "sus cosas" marcan tendencia. La gente con menos medios bastante tenía y tiene con buscarse la vida. 

         Aunque cultivar la imagen no tiene una relación directa con el dinero, si es cierto que siempre preocupó más a gente famosa o adinerada, políticos, gente de la nobleza, toreros, empresarios de cierto nivel, artistas y similares. Para las clases medias y bajas todo era más estándar, menos artificial. En las últimas décadas del siglo XX, supongo que debido a la consecución de cierto estado de bienestar después de la II Guerra Mundial, la gente de clase media y baja empezaron a emular comportamientos de los sectores más ricos de la sociedad. En otro nivel, pero lo hicieron y se sigue haciendo. Veranear se democratizó en los años 60 – 70. Fue también en esa época cuando la ropa de marca fue asequible a más gente. La segunda residencia (más o menos pomposa), en el pueblo o en la playa, se hizo realidad. El progreso y el desarrollo económico vulgarizaron – de alguna forma – los comportamientos y hobbies de las élites. Y es que la imagen engancha a todo el espectro social, hace girar cabezas, provoca buenas vibraciones en la persona y aumenta la autoestima. Ser admirado por tu entorno o en las redes sociales es lo más para una persona que lo intenta. Hoy los móviles, las redes sociales, los viajes - aunque sean low cost - y los grandes almacenes unidos a tiendas de todo tipo para todos ayudan a mucha gente a estar presente, a tener un protagonismo. Si estoy en Facebook y Twiter y gasto algo, mi imagen tiene un sitio, existo.

          Cultivar tu imagen creo que está bien. El problema viene cuando dedicas la mayor parte de tu tiempo a eso, cuando esa imagen la adulteras de superficialidades, cuando “se viste” uno de lo que no es, cuando conviertes tu vida en una obra de teatro, en una realidad virtual. El efecto pantalla - estar pegado a una - del ordenador, móvil, televisión, tablet o video juegos te introduce en una verdadera nube de virtualidades que te dan imagen, pero te alejan de la realidad. Recuerdo una peli en la que el protagonista decía que su vida sólo era real cuando estaba encima del escenario. Esas exageraciones de gimnasios, viajes, ropas, maquillajes y cortes de pelo, copas diarias, conversaciones banales repletas de superlativos, uso de móviles de última generación, compras compulsivas etc……todo ese ropaje transforman a las personas de tal manera que las convierten en desconocidas para ellas mismas y para muchos de los que las rodean.

        Echo de menos algo más de tranquilidad, algo más de reflexión, algo más de introspección. Las personas tenemos un mundo exterior y un mundo interior y debe de existir un equilibrio. Alguien dice que la introspección es tarea de héroes. No estoy de acuerdo. Debiera ser tarea diaria de todas las personas. Encontrarse con uno mismo, mirarse en el espejo te sitúa y te ayuda a vivir. Te haces mejor y te ayuda a ponerte en la situación de otros. 

De alguna forma hago una llamada a la frase que utilizaban los romanos para atemperar a emperadores y generales victoriosos “Recuerda que sólo eres un hombre”. De alguna forma querían romper con ese exterior que los ensalzaba como dioses.

Llegado este punto y completando lo anterior, me permito recomendar este enlace: