viernes, 27 de febrero de 2015

Bares y cafeterías

Febrero 2014


Un bar es un lugar muy común. ¿Quién no ha estado alguna vez en un sitio como este?. Suele ser un local decorado con más o menos gusto que intenta aparecer agradable para que la gente se sienta bien. Para mí es muy importante el mobiliario, la decoración y la luz. A veces pienso que un bar es un pequeño escenario donde cada cual representa un papel. Un papel que es la propia vida de cada uno. Me suelo fijar en las mesas y en las sillas. Me gustan la madera y los espejos. El mármol me resulta frio, igual que los azulejos en la pared aunque reconozco que en los calurosos días del verano actúan de refrigerante. 

               La importancia de los camareros está fuera de toda duda. Así como la higiene. Hablar de un buen café o de una buena tapa es motivo y causa para volver. Otro factor es el ruido. Detesto los locales demasiado bulliciosos así como esa costumbre tan española de gritar en vez de hablar. Tampoco me gustan los bares con el silencio similar al que podemos encontrar en un cementerio. El nivel de ruidos debe permitir que todos hablen y todos escuchen la conversación que mantenemos. Aunque….es curioso…..conozco a tipos que están solos en un bar y no hablan con nadie. Sólo se dirigen al camarero para pedir la cuenta o el relleno. Observan, escuchan, beben pequeños sorbos, miran a través de los cristales…..rara vez mantienen una conversación y si lo hacen suele ser corta acompañada de frases sentenciosas. Son amigos de su intimidad, de sus pensamientos y de sus silencios. 
Pero un bar /cafetería es mucho más que un local para beber o tapear. Es un lugar de reunión cotidiana, de sociabilidad, de entretenimiento, de quedar, de procurarse cierta relajación. Estoy superconvencido que asistir a los bares tiene efectos terapéuticos para la mente y el cuerpo. A veces comparo el ir al bar con la visita al psicólogo o al psiquiatra. En los bares se suele soltar la lengua y hablamos de negocios, de enfermedades, de política, de la familia, del trabajo, de deportes, de éxitos y de fracasos y, por supuesto, de economía. A veces hasta arreglamos el mundo en un par de conversaciones y uno sale satisfecho. Hablamos de todo. La gente se comunica con más facilidad que en otros lugares. Es curioso como en estos establecimientos podemos pagar con gusto el triple o el cuádruple del costo de una simple cerveza o de un humilde café. Los bares han inspirado a famosos escritores, han dado pie a magníficas escenas de películas o a comedias de TV. En bares se han cometido asesinatos, se han encontrado enamorados y se ha conspirado contra el poder.
Me gusta quedarme con la imagen de lugar de encuentro, de conversación y de confidencias , de lugar de reunión para pasar agradables ratos. Tengo que reconocer que prefiero la silla de un bar al diván de un psiquiatra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario