Estamos en la época del marketing....for sale , for sale, for sale......son unos tiempos curiosos. El capitalismo vencedor - tras la caída del muro - da pié a que todo sea susceptible de vender. Así se venden países, se venden leyes, se venden padres y madres, se venden influencias, se vende poder, se venden votos, se venden ideas y compromisos, se venden islas, se venden puestos de trabajo, se venden - faltaría mas - armas y cursos de aprendizaje, se venden rumores, de venden derechos de imagen, se venden trifulcas familiares o de pareja ( a elegir en catálogo), se venden amigos o amigas, se venden exámenes, ......parece ser que el éxito de este inicio de siglo XXI se basa en vender. Vender siempre ha sido una actividad humana motora del progreso y del conocimiento, pero vender una paternidad o un amigo parece demasiado.
Que mi hermano tenga un problema y yo me dedique a venderlo en programas de TV parece demasiado. Vender a un amigo?....por favor!. Vender las fotos de mi pareja en momentos de pasión y entrega.....¡venga hombre!. El dinero no es buen consejero y las debilidades humanas son tremendas, pero hay límites que la ética personal no debería de sobrepasar. Lo importante ha dejado de ser el producto. Lo esencial son las ganancias y punto. Yo puedo vender el ligue de mi exsuegra o el papel que mi hijo garabateó con tres años. Da igual la calidad, la veracidad o el esperpento....lo que importa es que yo lo venda y gane dinero con ello.
España se ha convertido en un tremendo mercadillo de todo y a todas horas. Las ventas por internet se multiplican, se vende de todo en las romerías y por las calles, las ventas de segunda mano te acechan en la puerta de tu casa.....mucha gente está dispuesta a comprar hasta las mentiras que los políticos nos venden. ¡ Locos por comprar y vender! . ¡ Vendo luego existo!.
Es evidente que esto no puede crecer hasta el infinito....reventará seguro y espero poder verlo. La superficialidad no tiene raíces y cuando sople un viento oportuno se llevará todo lo adosado a una realidad mucho más humana que las pamplinas que nos quieren vender. Se puede ser padre por el esperma vendido, pero me quedo con el padre que da de comer, acompaña y cuenta cuentos cada día a su hijo-a.
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